La inmensidad y cruda belleza del desierto ha ejercido desde siempre fascinación en el hombre, y la cultura popular contemporánea no es ajena a esta atracción, con ejemplos cinematográficos como Zabriskie Point, de Michelangelo Antonioni; Lawrence de Arabia, de David Lean, o Dune, de David Lynch.
Los retos que para la vida humana plantea un medio en apariencia tan inhóspito también han sido un acicate para proyectos arquitectónicos, como la ecoaldea Arcosanti en Arizona, de Paolo Soleri, o la casa Taliesin West, también en Arizona, de Frank Lloyd Wright. Aunque los avances industriales y en los medios de transporte del siglo xx han convertido los desiertos en entornos más habitables y menos remotos, gran parte de su territorio continúa inexplorado y relativamente despoblado, y la vida en ellos sigue exigiendo una gran capacidad de adaptación.
El libro Vivir en el desierto que ha editado Phaidon, recoge una cincuentena de proyectos contemporáneos que salen airosos del desafío recurriendo tanto a los métodos y conocimientos tradicionales heredados como a las tecnologías más innovadoras en materia de aislamiento térmico y autosuficiencia energética. La obra abarca una amplia variedad de construcciones de todo el mundo, desde EE. UU. –cuyos desiertos occidentales son algunas de las zonas áridas del mundo con mayor densidad de población– hasta Europa, Asia, África o Australia. Vivir en el desierto plantea una mirada cautivadora a diferentes visiones arquitectónicas que traducen el deseo de libertad e introspección que, para algunos, brinda un territorio tan indómito como magnético.
La presentación es exquisita, una edición en tapa dura, 256 páginas y 260 ilustraciones a todo color; el nuevo título de Phaidon, se estructura en tres capítulos temáticos dedicados a casas construidas para abrazar el desierto, casas levantadas dentro del desierto y casas diseñadas para resistir el desierto, perfecto para los amantes de la naturaleza y de la arquitectura.