La Marta Ortega adquirió una nueva propiedad en Madrid. En uno de nuestros artículos anteriores, te contábamos los detalles de la vivienda: forma parte de un edificio residencial de lujo con todos los detalles bien pensados y una estructura exquisita. Pero hay una estancia en particular que enamora por su armonía estética. Hablamos del salón de Marta Ortega, un diseño clásico con detalles modernos que se construyó visualmente sobre la base de la simetría. 

Decoración moderna y clásica

Una decoración que brilla por su estilo propio. Fresca, elegante, moderna y clásica a la vez.

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Simetría: la base del salón de Marta Ortega

Marta Ortega sobresale entre otras figuras famosas por su buen gusto y elegancia. El salón de su casa en Madrid no es la excepción. Y es que la fórmula que atrae todas las miradas tiene como máxima el uso inteligente de la simetría.

En interiorismo, cuando hablamos de simetría, nos referimos a la disposición equilibrada y equitativa de los elementos en un espacio. Objetos, muebles o diseños que se reflejan en el otro, como si un espejo los atravesara. Es un concepto que provoca una sensación de orden, estabilidad y placer estético.

En el caso del salón de Marta Ortega, vemos una clara composición en pares. Los muebles grandes van de dos en dos y a partir de ellos se ha decorado la estancia. Dos sofás enfrentados, dos sillones y un par de lámparas blancas. 

Salón con obras de arte, toques de color y viga vista de hierro

Dos sofás enfrentados espejan su diseño con absoluta perfección.

Carla Capdevila | Proyecto de Lama2studio y Dobleldesign

Sofás enfrentados para un cómodo diálogo

En primer lugar, en la casa de Marta Ortega destacan los sofás principales de color beige. Lucen enfrentados y establecen un diálogo perfecto. Debido a que son piezas de baja altura, se ha escogido una mesa de centro también baja para facilitar una conversación fluida y cómoda. La superficie cuadrada de cristal continúa con el relato equilibrado que da fluidez y serenidad al espacio. Una alfombra gris en el suelo provoca continuidad visual gracias a la similitud entre colores.

Si quieres replicar esta técnica en tu casa, elige dos sofás que tengan un modelo idéntico. Idealmente, deberían ser del mismo color. Sin embargo, si quieres añadir una cuota de dinamismo y no perder la esencia simétrica, escoge dos colores similares o de temperatura parecida. Por ejemplo, un sofá en gris topo y otro en color gris suave. La diferencia debería ser casi imperceptible.

Es importante que vigiles el espacio disponible. Si tu salón es amplio, puedes colocar dos sofás de tres plazas. Pero si es un espacio pequeño o mediano, elige dos muebles de dos plazas que no agobien visualmente el lugar. 

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Dos sillones en color mostaza que brillan por su comodidad. 

Pablo Veiga | Proyecto de Stuart Tanner

Dos sillones para reinar desde el extremo

Otro detalle que llama la atención en el piso de Marta Ortega, son los dos sillones en color chocolate. La monocromía del blanco y el beige puede resultar demasiado plana para la vista. Por eso, se ha optado por estas dos piezas imponentes, sobrias y tremendamente elegantes. Generan un juego de contrastes muy agradable que da vida al espacio diseñado en colores claros.

Se han ubicado estratégicamente al extremo del salón. Dan la espalda a la zona del comedor, por lo que funcionan como separadores visuales entre ambas áreas.

Si en tu salón reinan los colores grises o neutros, permite que los sillones o butacas añadan una dosis de color. ¿Qué tal un color mostaza, terracota o incluso lavanda? Ubícalos de manera que estén en una posición paralela; así, facilitarás la imagen equilibrada y simétrica que buscamos. 

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Dos lámparas colgantes de estilo rústico y maximalista. Los sofás enfrentados también colaboran con el concepto simétrico de la estancia. 

Eugeni Pons | Proyecto de Martin Muriano

Broche de oro: dos lámparas (casi) idénticas

El último detalle simétrico del salón de Marta Ortega son las dos lámparas de grandes dimensiones. Ambas están vestidas con pantallas en color blanco y base metálica. El brillo del acero ilumina la paleta que tiende al exceso de tonos neutros. Son, literalmente, el broche de oro de este interiorismo. 

Además, tienen un detalle particular: su altura es levemente diferente. Un aspecto que irrumpe sutilmente con la simetría del lugar. Perfecto para no incomodar, pero suficiente para dinamizar.  

¿Quieres replicarlo en casa? Escoge dos lámparas colgantes del mismo diseño y color. Colócalas sobre otros elementos de la casa que hagan efecto espejo entre ellos. En este caso, las grandes lámparas de fibras naturales cuelgan sobre dos sofás idénticos. 

Aplica el principio de la simetría en tu hogar con diferentes elementos. Puedes colocar dos consolas en paredes opuestas o jugar con los espejos. Dependerá del espacio disponible y de las necesidades de tu casa.