Deportes, lujo y diseño: 6 hoteles imprescindibles para los JJ. OO. de París 2024

Le Bristol Paris

Es un despliegue de lujo de la cadena hotelera Oetker Collection en el corazón de la ciudad. En 1925 abrió sus puertas al público y desde ese preciso instante se ha convertido en el lugar de referencia de los grandes nombres del mundo de la cultura y la moda: Woody Allen, Balenciaga, Chanel, Schiaparelli, Picasso, Mondrian y Dalí entre otros muchos.

Además de sus 190 habitaciones y suites, el establecimiento cuenta con un jardín de 4.000 metros cuadrados, un spa con productos de Tata Harper y La Prairie y una piscina en la azotea para uso exclusivo de sus huéspedes.

Le Bristol cuenta con dos restaurantes: Epicure, con tres estrellas Michelin, y 114 Faubourg, con una; dos bares, un café y un café-terraza en sus jardines.

Se ubica a 10 minutos andando del Gran Palacio de los Campos Elíseos, que albergará las competiciones de esgrima y taekwondo.

Brach Paris

Se ubica en el distrito 16, en un barrio residencial, y nació con el propósito de cambiar las reglas de lo que se entiende por hotel de cinco estrellas. Lo firma Philippe Starck, quien tuvo carta blanca para hacer lo que quisiera. El resultado es una acertada mezcla de arquitectura de los años 30, modernismo, y también Bauhaus, surrealismo y dadaísmo. Orece mezclas multiculturales de África, Asia y Sudamérica… y eso se nota en cada uno de los detalles de la habitación. Y siguiendo el sello de los hoteles de Evok, cuenta con una cuidada selección de libros.

Su restaurante es el corazón del hotel. Abre de 7 de la mañana hasta las 2 de la madrugada y sus mesas se llenan de parisinos que peregrinan hasta el establecimiento para desayunar, comer y hasta cenar.

Maison Colbert Meliá Collection

Se ubica en pleno Barrio Latino, en un edificio del siglo XVI que está inspirado en el Mediterráneo y, en particular, en la obra del pintor Joaquín Sorolla. El hotel rinde homenaje al legado del artista durante la Belle Époque parisina, que fue amplio y no excesivamente explorado. Cuenta con 36 habitaciones y dos suites: Elena Sorolla y María Sorolla, en homenaje a las dos hijas del pintor.

En su elegante Café Clotilde, de ambiente parisino, se puede degustar la cocina francesa desde el desayuno.

Four Seasons Hotel

A escasos metros de los Campos Elíseos se encuentra este lujoso establecimiento de la cadena canadiense desde el que poder ir caminando a varias de las sedes olímpicas. Se ubica en un edificio clásico y ofrece 244 habitaciones y suites de lujo; así como varios restaurantes, incluido uno de tres estrellas Michelin; un spa de más de 700 metros cuadrados con un amplio catálogo de tratamientos y piscina interior climatizada. Es un auténtico oasis del placer en mitad de París.

Molitor Hotel & Spa Paris

Si por algo llama la atención este hotel parisino ubicado en el distrito XVI es por su espectacular piscina descubierta de 48 metros con agua caliente. Construida en el año 1929 e ideada por el arquitecto Lucien Pollet, fue una de las primeras de la Ciudad de las Luces.  El medallista olímpico en natación Johnny Weissmüller  prestó su imagen para la inauguración. 

El hotel de cinco estrellas pertenece a la división MGallery Collection del grupo Accord y tiene un spa de la firma Clarins de 1.700 metros cuadrados y 124 habitaciones que se distribuyen en torno a la piscina.

Hotel Bulgari París

Este cinco estrellas se ubica en epicentro del lujo y la moda de la capital francesa. Cuenta con 76 habitaciones y suites diseñadas por el estudio de arquitectura de Antonio Citterio Patricia Viel. Aunque lo que más sorprende es su Bulgari Penthouse, un apartamento privado de casi 400 metros cuadrados con jardín panorámico en la azotea de 600 metros cuadrados con vistas a los monumentos emblemáticos de la ciudad.

Tanto para estas estancias como para los espacios comunes del hotel se han utilizado materiales nobles como el mármol Arabescato Corchia, revestimientos de seda, granito, tapices y carpinter��a de eucalipto barnizado, que se combinan con exquisitos elementos como lámparas de Barovier y Toso, fotos en blanco y negro de la dolce vita, cuadros con los diseños de las coloridas joyas de la firma o cristalerías de Salviati.