Durante unas semanas, podremos volver a recordar la ya desaparecida, Vinçon; la mítica tienda de Barcelona que 'acogió' a todos quienes buscaban piezas de diseño únicas -gracias al exquisito gusto de Fernando Amat-, o simplemente decidían pasear por sus espacios como si fuera una toda experiencia cultural. Pero esta vez volvemos a escuchar -y a ver su clásico logo de neón rojo- con un giro inesperado.
Y es que la capital catalana acoge del 17 de octubre de 2024 al 23 de febrero de 2025 la exposición '100 objetos de IKEA que nos hubiese gustado tener en Vinçon', que se puede ver en el Disseny Hub. Fernando Amat, uno de los hermanos que elevaron este establecimiento hasta lo más alto en diseño, ha escogido el centenar de piezas de la marca sueca, con la que han colaborado mano a mano.
La muestra, comisariada por Jordi Capella, pone en valor la importancia que tuvo Vinçon en el diseño de interiores de Barcelona y otras ciudades españolas; pero, sobre todo, destaca el papel democratizador del diseño, en el que tanto IKEA como Vinçon han jugado un papel clave.
La muestra, que se puede ver en una de la salas de exhibición del Disseny Hub, empieza con un recorrido que hace una comparativa única con las numerosas similitudes que comparte con IKEA, una unión que a primera vista parece alejada, pero que la exposición nos demuestra que es real; para luego terminar en un gran espacio blanco circular en el centro de la sala que recoge las 100 piezas de IKEA que, como dice su título, hubiese gustado tener en Vinçon. Una selección de productos que se realizó después de que Fernando Amat visitara el Museo de IKEA en Älmhult (Suecia) y varias tiendas de la firma sueca y que cuenta con cuatro criterios: estética, funcionalidad, precio y, por supuesto, instinto.
Una exposición que refleja la identidad de sus diseños y valores
La muestra '100 objetos de IKEA que nos hubiese gustado tener en Vinçon' expone en un lugar único una selección exclusiva de las mejores piezas de la firma escandinava. No obstante, no es lo único que pretende enseñar al público. Uno de los propósitos de la iniciativa es incluir el precio en cada producto con el objetivo de demostrar cómo este influye directamente sobre la elección del consumidor.
Esta novedad está muy relacionada con los valores que han marcado a las dos tiendas de decoración. IKEA nació con la idea de que el diseño y los muebles de calidad estuvieran al alcance de todos. Por otro lado, Vinçon en sus inicios tenía un público con mayor nivel económico. No obstante, con el paso de los años se fue abriendo hasta llegar a todas las personas que tenían ganas de invertir en piezas de gran calidad.
Además de las piezas, también se puede ver, por ejemplo, las campañas de publicidad empleadas y los productos que han marcado un antes y un después en la línea de todas sus colecciones.
IKEA y Vinçon, dos tiendas muy diferentes pero con la misma alma
Uno de los objetivos de Juli Capella, el comisario encargado de llevar esta iniciativa hacia adelante, era poner cara a cara las similitudes y diferencias que comparten los dos establecimientos. Pone en el foco cómo una empresa nórdica y otra mediterránea han tenido los mismos objetivos, como transformar los espacios de las casas y potenciar la relevancia del diseño en nuestro día a día.
Las semejanzas de las dos tiendas se remontan a sus orígenes. Entre los años 50 y 60 es cuando ambas empezaron a asentar las bases de su negocio. Tanto uno como el otro implementaron en sus tiendas físicas un método muy novedoso para aquel entonces, como el sistema de autoservicio por parte del cliente.
Al igual que los hermanos Amat. Ingvar Kamprad, el fundador de IKEA, puso el foco en exponer sus productos de forma inmersiva, con la finalidad de que sus clientes pudieran probar los artículos como si de su casa se tratara. La tienda de Vinçon, planteaba un modelo similar con diseños de interiores cuidados y muy acordes a sus artículos.
Cómo una tienda de muebles llegó a ganar el Premio Nacional del Diseño
Vinçon era una tienda de muebles y decoración que se encontraba en el corazón de Passeig de Gràcia. Sus inicios se remontan a 1929, cuando Enrique Levi decidió emprender un comercio dedicado a la porcelana. Con el paso de los años, Hugo Vinçon, el cuñado del propietario, se unió a la empresa para ampliar su oferta al mercado de cristal, hasta cambiar el nombre a Regalos Hugo Vinçon. No obstante, no fue hasta la década de 1950 que el enfoque de este establecimiento dio un giro de 180º.
En la década de 1950, Jacinto Amat adquirió la empresa, y tiempo más tarde, pasó a sus hijos, Juan y Fernando Amat. Ellos transformaron este comercio hasta situarlo como una de las tiendas de mobiliario de referencia de Barcelona y España. Empezaron a importar modelos que arrasaban en otros países y habilitaban sus espacios para promover la importancia del diseño en nuestra sociedad. Acogieron centenares de muestras abiertas a todos los públicos, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía del papel del mundo del interiorismo.
Los hermanos Amat llegaron a elevar a la ciudad catalana como un punto de encuentro de los amantes del diseño y la decoración. Su labor e implicación por este mundo fue tal, que en 2005 se les otorgó el Premio Nacional de Diseño, el único establecimiento que ha conseguido este honor. Sin embargo, en 2015 tuvieron que cerrar sus puertas debido a la gran oferta de grandes empresas y las masas de turistas del entorno de su tienda.