El 9 de abril, la Triennale Milano presentó la nueva exposición permanente de su Colección de Diseño Italiano, dirigida por Joseph Grima en la planta baja del Palazzo dell'Arte. El espacio que alberga estas magníficas obras, convertidas en auténticos iconos del diseño contemporáneo, es totalmente neutro, con el fin de otorgarle todo el protagonismo a los objetos expuestos. Se presentan de un modo interesante y cercano, ya que cada pieza se acompaña de explicaciones sobre el contexto histórico que los vio nacer, así como con materiales de archivo tales como embalajes originales, folletos, carteles publicitarios, fotografías, etc.
La creación del Museo del Design Italiano ha sido liderada por Stefano Boeri, presidente de Triennale Milano, y es el resultado de las aportaciones de un comité asesor que reúne a algunos de los principales nombres del mundo del diseño y la arquitectura italiano: Paola Antonelli , Andrea Branzi, Mario Bellini, Antonio Citterio, Michele De Lucchi, Piero Lissoni, Claudio Luti, Fabio Novembre y Patricia Urquiola, entre otros.
“La Triennale es el hogar natural del diseño italiano, que es universalmente reconocido por su excelencia“, ha dicho Grima. “Quiero crear composiciones y situaciones donde los visitantes puedan ver objetos familiares con formas nuevas e inesperadas, permitiéndoles interpretar libremente y sacar sus propias conclusiones“.
Esta Colección Permanente de la Triennale cuenta con más de 1.600 de los objetos más emblemáticos e icónicos del diseño italiano en todo el mundo, incluida la famosa máquina de escribir Lettera 22 de Marcello Nizzoli para Olivetti (1950), la cafetera Moka de Renato Bialetti (1933), la silla Superleggera de Gio Ponti (1957), la lámpara Arco de Achille y Pier Giacomo Castiglioni (1962), la lámpara Falkland de Bruno Munari (1964), la serie Proposut per un’autoprogettazione de Enzo Mari (1973), el sillón Poltrona di Proust de Alessandro. Mendini (1978), el sillón Ghost de Cini Boeri (1987), el sillón I Feltri de Gaetano Pesce (1987), la silla Revers de Andrea Branzi (1993) y la silla Her de Fabio Novembre(2008).
"Más que un lugar donde se conserva y protege la memoria histórica del diseño italiano", dice Joseph Grima, "el Museo del Design Italiano aspira a ser un lugar de inspiración, en el sentido más antiguo de la palabra "museo". Las mayores fuentes de inspiración a menudo no provienen de objetos inanimados, sino de las voces de quienes los crearon y de las historias detrás de detalles aparentemente mundanos que llevaron a decisiones de importancia fundamental para la historia del diseño. Por eso hemos decidido incluir las voces de algunos de los creadores de las obras en exhibición. Se les ha pedido que expliquen, de una manera simple y directa, las condiciones culturales a las que respondió cada creación y qué fue lo que dio origen a sus objetos".
Lo más peculiar de estas entrevistas es que todas se realizaron por teléfono, inspirándose en las palabras de Vico Magistretti: “Me gusta el diseño conceptual, el tipo de diseño que es tan claro que no es necesario dibujarlo. He diseñado muchos de mis proyectos por teléfono”. Pasado, presente y futuro del diseño italiano reunido en un mismo lugar.