Algunas de estas tendencias ya eran un disparate en su momento, mientras otras fueron desvirtuándose con el paso de los años hasta resultar en auténticos horrores.
Porque todos podríamos haber sobrevivido sin forrar la taza del retrete de pelo, sin recurrir al gotelé o sin mezclar elementos tribales sin ton ni son. Y, sin embargo, lo hicimos. ¿Qué nos empujó a ello? ¿Somos conscientes de lo disparatadas que resultan hoy en día?
A continuación, desglosamos cinco corrientes decorativas que no deberían volver. ¿El motivo? No solo que estéticamente son más que cuestionables (aunque eso es cuestión de gustos) sino porque muchas de ellas eran un atentado contra el medio ambiente, el valor del diseño como arte o hasta el respeto a otras culturas.
Pero además de estos cinco errores, les dejamos imágenes con propuestas alternativas para darle la vuelta a estas tendencias antiestéticas.