Ventanas sin cortinas: 5 casas modernas que apuestan por la luz natural y revelan la tendencia más fuerte de 2024 (que seguirá en 2025)

Sin restar luminosidad, predominan los marcos negros en las ventanas.

El contacto con la luz natural es uno de los aspectos que más interesa a interioristas, diseñadores y arquitectos. Normalmente, se busca una luz directa, pero regulada. Por eso hemos usado cortinas, visillos y persianas durante siglos. Sin embargo, no hay tradición eterna y las costumbres van cambiando generación tras generación. 

Bosque exterior y madera en el interior. Ambos espacios se confunden sutilmente gracias a las paredes recubiertas de cedro. 

Ventanas al desnudo: una tendencia en aumento

Las ventanas sin cortinas son una tendencia en auge que va más allá de lo estético: es una invitación a conectar el interior de nuestros hogares con el entorno exterior. Esta decisión que ha ganado fuerza en los adultos jóvenes, específicamente entre millennials, refleja el anhelo por habitar espacios abiertos y diáfanos que reúnan lo natural y agreste con lo doméstico. Los espacios íntimos inundados de luz son sumamente beneficiosos para el bienestar de la vida cotidiana. Y dado el aceleramiento constante en el que vivimos, así como el contacto diario con pantallas y focos artificiales, valoramos más que nunca la tranquilidad del hogar. 

Para las próximas temporadas, dejar las ventanas sin vestir es una apuesta simple, elegante y que refleja la inclinación hacia un minimalismo cálido. El exterior de las viviendas forma parte del diseño interior, con todo lo que ello implica: vivir la experiencia de respetar los ritmos circadianos de la naturaleza y aprender la contemplación hacia el mundo que nos rodea. 

Hoy te mostramos 5 estancias donde la ausencia de cortinas fue un acierto total. Inspírate en estas viviendas llenas de ideas que nos invitan a reevaluar la necesidad de instalar cortinas en casa. 

Amplio salón conectado al espacio natural que lo rodea. 

1. Cabaña conectada al bosque exterior

Esta acogedora y amplia cabaña está enclavada en un bosque de la República Checa. Sus propietarios diseñaron el hogar pensando en sus necesidades personales: crear un refugio natural bajo el foco del minimalismo cálido. Hytta extiende sus amplias medidas a través del cristal: los grandes ventanales conectan las zonas íntimas del hogar con la naturaleza exterior.

Gracias a la ausencia de cortinas se aprecia el predominio de la madera y las fibras naturales iluminadas por la luz natural. Visualmente, lo único que separa la casa del exterior son los modernos marcos negros que delimitan las fronteras de la vivienda. 

Suite principal con un balcón acristalado

2. Despertar con la luz del amanecer

Este dormitorio con vistas nos enseña lo placentero que puede ser amanecer con los primeros rayos de sol. Quitar las cortinas del dormitorio es una decisión atrevida, no cabe duda. Sin embargo, nuestros ritmos circadianos, que como humanos compartimos con la naturaleza, pueden beneficiarse de esta decisión arquitectónica.

Black Fox es un rancho modernista que ha prescindido de estores y persianas en prácticamente todas sus estancias. El dormitorio principal no ha sido la excepción. Acompaña una encantadora chimenea que acentúa la noción de calidez presente en toda la estética de la casa.

 

3. Cuando los marcos son los verdaderos protagonistas

En esta luminosa casa emplazada en Illinois, se ha privilegiado el contacto con la luz natural. Envuelta en una fachada estuco blanco y madera de cedro, la vivienda nos invita a disfrutar de su amplitud y minimalismo sin perder el contacto con la naturaleza que la rodea. Para conseguirlo, su diseñadora y propietaria, Yoanna Kulas, optó por estas magníficas ventanas de estilo Crittal con marcos de acero negro. El tránsito entre el porche, la piscina y el salón es tan evidente como fluido. 

Vivienda enclavada en la ladera de un barranco con vistas privilegiadas.

4. ¿Salón doméstico o imponente mirador?

Una de las grandes ventajas de quitar las cortinas de las ventanas es poder disfrutar de unas vistas como estas. Enclavada en una ladera, esta casa situada en Michoacán, México, se enfrenta cara a cara con la colina que la sostiene.

El salón se abre de forma panorámica gracias a las ventanas completamente desnudas. No hay marcos ni lamas que separen el exterior del interior: la naturaleza se manifiesta para disfrutar de una mirada contemplativa. El estilo minimalista del proyecto ayuda a gozar sin distracciones del entorno montañesco. 

Proyecto para el artista danés Erik Peistrup: arte y vida íntima coexisten armónicamente. Sofás amarillos Togo, de Michel Ducaroy, en Cubiñá.

5. Salón diáfano y de grandes alturas

En esta vivienda pensada para vivir el arte 24-7, el pintor danés Erik Peistrup disfruta de los juegos de luces y sombras. El salón brutalista destaca por sus grandes dimensiones. Los muros de hormigón visto se descongestionan gracias a los amplios ventanales con vistas a la montaña. Sin duda, la naturaleza serena del Baix Empordà reclama su espacio en el paisaje. La fuerte presencia de la madera en los marcos de las ventanas abarca toda la casa y nos demuestra que no necesitamos cortinas ni persianas para crear un ambiente cálido.