Si hay un estilo al que pocos podamos resistirnos ese es el mediterráneo. Y ese nosotros incluye, además de todos los españoles, a todos los turistas que tienen contacto con él, aunque solo sea durante unas vacaciones, y luego regresan a su país con con ganas de dar una pincelada (o dos) en su casa.

 

Tampoco hablamos exclusivamente de nuestros vecinos franceses o italianos, sino también de aquellos que viven en países donde el mediterráneo no está cerca y el sol no brilla con la luz (y el calor) de aquí. Un hecho que se traduce en que estilos, como el escandinavo, se vean influenciados por este estilo español.

Estilo mediterráneo

Este estilo favorece una forma de vida tranquila, en modo slow

Let's Pause

Los cinco motivo principales de su éxito

Crea la sensación de verano eterno

Cargado con una decoración relajada, materialesnaturales y una paleta cromáticasuave y cálida, pensar en vacaciones es mucho más fácil en ese entorno. Ese poder transformador llega a toda la casa, logrando que tu terraza no tenga enfrente un edificio, sino que te hará pensar en una playa de ensueño o un pueblo con encanto. ¡Eso es magia! 

Dice sí al slow living

Esa sensación de 'vacaciones' convierte la casa en un lugar donde el ritmo frenético y la rutina diaria se aparcan en la puerta, creando espacios para una vida sin prisas. Así, su apuesta por el lado natural de las cosas ayuda a diseñar ambientes sencillos y cálidos, donde no hay estridencias ni cromáticas ni de estilo. Atmósferas donde pasar el tiempo, solo o en compañía, resulta agradable. En este hogar disfrutón, la cocina se erige como el corazón, el epicentro de la vida en familia, abierta a todos y al resto de las estancias.  

Es libre y abierto

Si puedes vivir donde te guste y trabajar en cualquier lugar del mundo, tu casa debe ser un reflejo de esta libertad. Así,  la vivienda mediterránea abre sus puertas  y deja que el exterior se cuele dentro y que el interior crezca hacia fuera, buscando tanto la luz, como la sensación de apertura y amplitud y la conexión con el entorno. Es el momento de espacios que aglutinan salón, comedor y cocina, de dormitorios que integran el baño y de terrazas que viven dentro de casa todo el año.

Estilo mediterráneo

Los textiles apetecibles, naturales y con capacidad de volar tienen un hueco de honor en esta decoración 

Alhambra

Busca la luz

Y eso cuando vives en una ciudad como Oslo, donde en diciembre la noche dura casi 18 horas es muy de agradecer. Ama la luz por encima de todas las cosas, pero eso no significa que descuide la eficiencia energética. Su apertura hace que las ventanas crezcan, al mismo tiempo que lo hace su eficiencia. De esta manera, busca soluciones que mejoren el aislamiento, abaraten la factura, proporcionen más confort y no limiten las vistas. 

Tiene raíces

Lo que significa que no está solo, que forma parte de algo. Este vínculo se plasma en objetos artesanales, tan imperfectos como bellos, que guardan una historia. Una decoración que conecta muy bien con el nuevo concepto de lujo, más silencioso, menos llamativo, pero más exclusivo, en el que, evidentemente, las piezas de diseño son parte importante y se incorporan a los espacios de forma natural, sin aspavientos.

Estilo mediterráneo

Los objetos  relacionados con el mar acercan la playa a la puerta de casa 

Westwing

Tres claves para ponerlo en práctica

Materiales naturales

Desde las vigas del techo que se dejan a la vista hasta suelos de madera llenos de calidez, textiles en tejidos naturales, como el lino o el algodón, o muebles y accesorios de fibras vegetales (un básico de este estilo). El ratán, el yute o el mimbre toman todas las estancias y visten desde piezas principales hasta secundarias como lámparas, alfombras o adornos. 

Colores claros

El blanco se erige como el color clave de este estilo, pero no está solo. Se puede combinar con arenas y terracotas, que evocan la pisada en la playa, amarillos que atrapen el sol nuestro en el interior de la casa o azules (no podían faltar) con sabor a mar, a Mediterráneo...

Paredes encaladas

O en su defecto, con textura (una de las tendencias de la temporada), que hacen que las paredes cobren vida y tengan un papel principal en la decoración. Enlazando muy bien con ese carácter artesanal, donde la imperfección humaniza y embellece. Los muebles de obra también tienen hueco en este universo donde prima la naturalidad y las cosas sencillas de la vida.