El camino de una tendencia es tranquilo al comienzo, pero pronto va cogiendo fuerza hasta imponerse y arrasar con todo lo anterior. El interiorismo también se caprichoso y se mueve por tendencias rastreables. Su implantación es más lenta que en el mundo de la moda, y su recorrido es más duradero, aunque no son eternas.

Saber cuáles tienen la fecha de caducidad cercana requiere de un ojo crítico y por eso hemos hablado con Carolina Amorós, al frente del estudio de arquitectura y diseño de interiores barcelonés Partchwork, que nos adelanta qué tendencias que siguen vigentes este año se irán diluyendo poco a poco. "Por eso es importante no basarse en tendencias. Me interesa lo que permanece, lo que tiene peso propio, lo que no busca agradar a corto plazo, sino emocionar y funcionar con el paso del tiempo. Ahí es donde el espacio empieza a contar algo, donde aparece la verdadera identidad de quien lo habita", cuenta. Si tienes previsto actualizar y modernizar tus espacios favoritos, toma nota de las advertencias de esta experta para saber lo no se llevará en un tiempo.

Interiorismo bold

"Si pienso en algunas de las tendencias que probablemente se diluyan en los próximos años, la primera que destacaría es el abuso de las formas curvas y blandas en todo. No me refiero a un sofá ligeramente curvo o a un arco puntual con sentido espacial, sino a esa necesidad de ondular absolutamente todo sin criterio ni propósito. Paredes, mesas de centro con formas tipo charco, espejos ondulados, alfombras irregulares, lámparas con bases redondeadas, mobiliario sin una sola arista… todo parece diluirse, como si se evitara cualquier forma definida. Es una estética que, por repetición y falta de lógica, acaba resultando vacía y, muchas veces, poco funcional".

Suelos de microcemento

"El microcemento se ha vuelto casi una obligación estética", dice la arquitecta

Lupe Clemente

Microcemento

"También empieza a haber un abuso de piezas fabricadas en cemento o microcemento, que se han vuelto casi una obligación estética. Se utilizan para todo: bancos, lavabos, mesas, cocinas, jarrones… y aunque bien aplicados pueden ser bellos y honestos, cuando se fuerzan en cada rincón del proyecto pierden su fuerza y se convierten en un recurso frío, repetitivo y sin matices".

Espacios neutros sin alma

"Por otro lado, aunque los interiores monocromáticos en tonos beige han aportado calma y cohesión, cuando se aplican sin matices ni contraste pueden volverse planos y carentes de personalidad. Creo que el contraste -bien entendido- aporta profundidad, riqueza visual y una atmósfera más auténtica. No se trata de rechazar lo neutro, sino de saber cuándo y cómo usarlo. Poco a poco volvemos a dar paso al color: a esos toques que aportan contraste, vitalidad y mucha más identidad".

Piezas vintage

La experta invita a combinar piezas de grandes marcas con otras vintage.  

Manolo Yllera

Imitaciones de piezas de autor

"Otra tendencia que está afectando mucho al interiorismo es la producción masiva de mobiliario de baja calidad. Esa facilidad de acceso a piezas económicas --muchas veces imitaciones de diseño, y a veces muy malas imitaciones-- ha generado una especie de uniformidad decorativa sin alma. Se abusa de comprar todo en las mismas grandes marcas, y eso se traduce en espacios que carecen de identidad, de solera, de historia. Piezas que, aunque atractivas a simple vista, no envejecen bien ni aportan carácter. No se trata de demonizar este tipo de consumo, sino de invitar a mezclar con criterio. Si se recurre a estas piezas por presupuesto, lo ideal es hacerlo con moderación y combinarlas con mobiliario vintage, objetos encontrados o piezas de mercadillos y tiendas especializadas que realmente aporten alma y autenticidad".