Unir cosas diversas de manera que formen un compuesto es lo que significa combinar. Y no hay que confundir con que "todo tiene que ser igual o pegar", que es uno de los grandes errores a la hora de plantear la decoración de espacios. Se trata de saber encontrar un punto de unión entre los elemento que van a estructurar un ambiente . Y en el caso del comedor, son tres lo que hay que valorar: la mesa, las sillas y la lámpara. Con estos tres elementos podemos desarrollar multitud de posibilidades, solo hay que saber cómo. Te ayudamos a inspirarte con estos ejemplos. El mid century siempre es un acierto El mid century apostaba por un mobiliario sencillo y funcional, las geometrías, maderas y colores potentes. Fue un éxito total y todavía hoy sigue cosechando admiradores. Por eso utilizar este estilo para un comedor siempre es una acierto. Mandan los colores En las casas de concepto abierto, cocina y comedor se fusionan dando vida al espacio más transitado. Por eso, distinguir las estancias es solo cuestión de detalles. En este caso, la gran alfombra de colores define la zona de comida, por lo que la mesa, sillas y lámpara deben tener mucha personalidad. Y aquí lo tienen, con un original verde oliva y el negro en forma de mesa y tres lámparas que penden de los altos techos. La elegancia de la sencillez Es todo tan sencillo que tiene que combinar. En este luminoso comedor, el gran ventanal es el que realmente define el espacio, por lo que el resto de elementos deben de ser los perfectos compañeros. En este caso, una robusta mesa negra con patas en gris acompañan a las lámparas del mismo color y el techo de hormigón, y esa tonalidad la rompen las sillas con la envolvente de la madera que las define. Un aire rústico En este comedor se buscaba un cierto estilo rústico, algo que se consigue con una gran mesa de madera, sillas de respaldo de mimbre y unas bonitas y sencillas lámparas de cerámica, todos materiales naturales que nos recuerdan a las típicas casas de pueblo. Maderas y fibras naturales En una vivienda donde reina el blanco, este comedor se erige como un homenaje al Mediterráneo, una isla acogedora envuelta en maderas y fibras naturales. Si no miras alrededor, lo único que le falta a ese perfecto comedor es el sonido del mar de fondo. En conexión con la tierra La madera de las sillas son vida, el verde de las otras sillas y la lámpara son naturaleza, el blanco el lienzo en blanco y la butaca negra el elemento disruptor que todo comedor de diseño necesita. Este es perfecto por sus reminiscencias terrenales y la forma sencilla de combinarlas. Círculos concéntricos Si tienes una lámpara como el modelo Bohemia de Joan Gaspar para Marset , entonces ella manda y los demás le siguen. Por eso, este comedor es perfecto, porque ha hecho del círculo su modus vivendi, con la mesa circular y las sillas de respaldos curvos. Clásico y moderno se dan la mano Clásico en su concepto, este comedor encuentra el equilibrio entre la combinación de elementos más señoriales como la lámpara de araña, las patas de la enorme y maciza mesa de madera, los rosetones o las molduras, con piezas rompedoras como las sillas Tulip en un perfecto blanco. Elegancia sofisticada y moderna a la vez. Horizontal y paralelo Todo en este comedor parece seguir líneas rectas y paralelas: la larga mesa, la lámpara suspendida, la combinación de distintos tipos de sillas y hasta el suelo hidráulico parece jugar con esa continuidad visual. En este comedor todo sigue una horizontalidad tan perfecta que ni la pieza triangular a modo de adorno en la pared, rompe ese equilibrio. Abraza lo orgánico Nada de aristas, líneas curvas y envolventes, colores blancos y un gris que nos conecta con la tierra y es un neutro perfecto para la lámpara modelo Drop Chandelier Oxidized, de Kristian Sofus Hansen & Tommy Hyldahl para 101 Copenhagen. Este comedor de un apartamento de Ámsterdam es la perfecta combinación cuando lo que manda es lo orgánico. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter .