Esta casa, resultado de dos elementos determinantes del lugar como la topografía y la vegetación que la rodea, se ha convertido en una elegante fusión entre diseño y naturaleza. El objetivo principal era aprovechar la mejor orientación y vistas hacia la majestuosa sierra de Madrid. "El primer desafío fue trabajar con el terreno existente sin alterarlo drásticamente, preservando el arbolado característico de la zona", explican desde Ábaton, el estudio al frente del proyecto. "Por esta razón, la vivienda se asienta en la parte este de la parcela, aprovechando el área más elevada y con menor vegetación, garantizando así las vistas más impresionantes".
La estructura de la casa se conforma en un volumen longitudinal, que adopta una planta alta en la zona más elevada del terreno y se transforma en planta baja a medida que desciende, dando lugar a un nivel adicional de menor tamaño. Este diseño ingenioso distribuye los espacios de manera eficiente y aprovecha al máximo el terreno disponible.
El volumen superior alberga los espacios más públicos, como la cocina, el comedor y la sala de estar, además del dormitorio principal y un área de estar familiar. Justo debajo se encuentran las áreas de servicio, los alojamientos para invitados y los dormitorios de los niños, que tienen acceso directo a la piscina y a la zona de barbacoa. Esta distribución inteligente garantiza una convivencia armoniosa y funcional para toda la familia.
Garantizar las vistas
Otro objetivo primordial del proyecto era permitir que la casa se abriera al oeste, donde se encuentran las vistas panorámicas de la sierra, y al sur, para aprovechar al máximo la luz solar. Por lo tanto, mientras la casa se extiende longitudinalmente hacia el este, los volúmenes que la componen se asoman estratégicamente para captar la orientación sur.
En cuanto a su materialización, el proyecto destaca por su simplicidad y elegancia. Tres volúmenes de cubierta a dos aguas definen la estética de la casa, ofreciendo un esquema de circulación fluido que brinda comodidad en el día a día.
El diseño interior se centra en crear un espacio cálido donde los materiales nobles, como la madera, la piedra y los tejidos naturales, son los protagonistas. La mezcla de texturas, como la madera, el hierro, la cuerda, la lana y el lino, aportan riqueza y contraste al diseño. Por su parte, en el exterior y la zona de barbacoa, se ha buscado crear un ambiente funcional y relajado. Aquí, la naturaleza se convierte en el mejor aliado, brindando un escenario donde la arquitectura y el diseño se fusionan con el entorno.