Sofisticación, entendida positivamente, es la cualidad del refinamiento, buen gusto, sabiduría y sutileza. Una definición que encaja perfectamente con el estilo de este apartamento ubicado en la ciudad de Praga, en un edificio art déco restaurado, en el que no se ha borrado la pátina del pasado a pesar de la capa de contemporaneidad que le han aplicado las dos jóvenes arquitectas checas, nacidas en los años ochenta, Lenka Míková y Markéta Bromová. La primera tiene estudio propio en Praga, y Bromová se ha unido a ella en este y otros proyectos anteriores. En esta intervención nos explican que "el diseño del apartamento de 113 metros cuadrados consta de dos partes con un carácter diferente; el concepto principal se basa en principios opuestos que, sin embargo, se complementan".
Los elementos interiores minimalistas que han introducido los han acentuado por medio del color negro u oscuros que se insertan en el generoso espacio habitable, pero en las habitaciones más pequeñas han implementado tonos claros. Mientras que en los dormitorios armarios y almacenaje se integran –ya sean empotrados o en cassettes–, y se convierten en parte de las paredes a través del artesonado, que está relacionado por estructura y color a las puertas y ventanas históricas, en la cocina, el estar y el comedor, los muebles son exentos, de corte minimalista, y se insertan en el espacio de forma libre, como el mueble que contiene todos los usos en la cocina, la imponente isla o el aparador de la sala. El elemento conector de ambas zonas, la pública y la privada, es el suelo de parquet, que se ha conservado pero tratándolo para que la madera sea más oscura y viva y la superficie tenga una ligera pátina.
Los acabados de mármol natural se repiten deliberadamente, especialmente en la cocina y el baño: en la primera es un mármol negro Marquina y en el segundo, verde oscuro veteado, lo que proporciona a cada espacio su propia atmósfera y, al mismo tiempo, les une un carácter similar por sus cualidades: atemporal, sólido y natural. También el dúo utilizó restos de losas de piedra para crear mesitas auxiliares para el salón y el dormitorio, mientras que otros muebles a medida se han acabado con chapa de nogal. Nada se les ha pasado por alto.