Tiene nombre de mayordomo servicial (Archie) y es eso: una casa temporal acogedora y perfecta en el centro de Barcelona pensada para nómadas digitales, ejecutivos y todo aquel que decida recalar en la ciudad como mínimo un mes. Sobre la estación de metro de Arc de Triomf la empresa Conren Tramway ha levantado un edificio de nueva planta de estructura metálica con seis plantas que acogen 108 apartamentos, todos ellos con su propia terraza, además de un rooftop con piscina climatizada.
Apartamentos que van de los 46 metros cuadrados útiles a los 65, amueblados con gusto en los que el huésped va a piso puesto: no tiene que preocuparse ni de cambiar una bombilla: la factura ya lo incluye todo, wifi, electricidad piscina, conserje, limpieza semanal… Sin depósito de mensualidades ni contratos de servicios. Solo hay dos requisitos, la estancia mínima es de 32 días y no se puede renovar más allá de un año. Lo que marca la ley del alquiler de media estancia. El precio, desde 4.500 euros mensuales.
"Llevábamos tiempo viendo en el mercado de la vivienda que había un segmento no atendido con calidad, el de los corporativos y nómadas digitales. Muy nicho, pero emergente. Hay mucho interés en este segmento. Y vimos muy claro que tenía sentido desarrollar esto aquí por la ubicación, por poder hacer algo de nueva planta. Un edificio con amenities donde implementar el concepto de comunidad, donde trabajar y conocer gente en la piscina de la terraza", explica Jaime-Enrique Hugas, CoCEO y cofundador de la promotora. Cuando compraron el solar ya había un proyecto residencial de ABAA Arquitectura, híbrido de vivienda y hotel, aunque no les encajaba en sus esquemas, y decidieron recurrir al mismo despacho para adaptarlo a su visión de negocio. "Queríamos un edificio con terrazas, porque hoy en día, un residencial sin ellas no es viable", apostilla Jaime-Enrique Hugas.
La ubicación es perfecta: Archie se encuentra a kilómetro y pocos de los sitios más populares y apetecibles de la ciudad: la Barceloneta, la Sagrada Familia, Plaza de Cataluña o el Borne, todos quedan a 10 minutos a pie. Pero suponía un desafío: el metro pasa por debajo del inmueble. Gracias a los arquitectos, nadie lo diría… "El gran problema es que la gran losa donde nos encontramos una cubierta construida en 2010 para el hotel por Hotusa. Tuvimos que cambiar la huella de los pilares en la losa, con lo que el estado de carga quedaba afectado y hubo que reducir el peso", empieza a explicar Corina Tanasescu, una de las arquitectas del estudio responsable del proyecto.
Lo han dejado en la mitad de uno convencional. "Elegimos esta estructura metálica ligera, un mecano, perfiles articulados que se apoyan en muelles. Un sistema novedoso antivibración que hace que todos los pilares apoyen en una base de muelles: 1.400 de la estructura principal y la planta baja por sí sola suma más de 4.000". No se siente el metro ni lo más mínimo gracias a esta estrategia diseño, pero sus habitantes temporales se aprovechan de esta buena conectividad.
Una vez solucionada la parte estructural, se volcaron en la estética. Se trataba de no imponer algo ajeno y mimetizarse con las arquitecturas circundantes, nacidas hace 150 años al calor de la primera Exposición Universal de Barcelona. "Optamos por la máxima integración en la zona, estamos rodeados del Arco de Triunfo, de la Central Eléctrica catalana, edificios modernistas… Nos inspiramos su materialidad, en el ladrillo con que están construidas todas ellas para revestir algunos de los paños exteriores de terracota, que buscamos que tuviera un aspecto artesanal y cambios de color, para que parecieran artesanales", explica Sergi Balaguer, socio fundador de ABAA.
"Dejamos la estructura metálica vista, que tiene cierta belleza, que se manifiesta sobre todo en los balcones; elegimos ampliarlos más allá del metro volado de normativa y hacerlos más generosos aún perdiendo espacio del interior. La terraza más pequeña tiene ocho metros cuadrados. Queríamos que fueran útiles, más bien cuadradas, que cupiesen muebles y estés cómodo. A nivel de volumetría, hemos intentado que haya una relación amable con los cercanos, y hemos retranqueado la sexta planta para lograr esa armonía". El resultado es que los apartamentos de esa planta tienen terrazas aún más generosas.
Aunque se han creado hasta seis tipologías, pueden englobarse en dos: la estándar, con la zona de día y de noche separada por una divisoria de madera, y la de dos habitaciones independientes. La optimización del espacio ha sido una premisa que ha logrado estudiando cada distribución de forma individual, diseñando muebles a medida: mesas grandes y polivalentes, que sirvan para trabajar o comer, como cómoda o mesa de despacho, o instalando ventanas galandage, que se esconden completamente dentro de la pared para que la conexión interior-exterior sea perfecta.
Contando con un público objetivo nicho pero variado y muy internacional, ABBA ha creado por un interiorismo neutro, apto para todos los públicos. "Que encaje con varios perfiles pero resulte acogedor. La premisa era que el usuario no se sienta como en un hotel sino como en su casa y tenga todo lo que necesita para vivir y trabajar a la vez", apostilla Corina Tanasescu. Grises, blancos, cremas, salpicados de breves notas de color, lámparas de Marset, papeleras de Brabantia y piezas punteras de las últimas colecciones de firmas como Andreu World, Sancal, Kettal o Vibia. Además, Culto, el templo para los amantes de la decoración en Barcelona, se ha encargado de dar el toque final con accesorios como fruteros de Serax o percheros de Kristina Damm.
Es simple y moderno, con esas camas confortables de sábanas inmaculadas que solo se encuentran en los hoteles con bien de estrellas y unos baños inmaculados, pero con un toque hogareño en el salón: la palillería de la pared, lo cojines, los fruteros… parecen los de casa. En algunos dormitorios, un enorme escritorio a medida invita a trabajar aunque por el otro lado luce cajones para guardar la ropa. En las cocinas hay todo lo necesario desde una kettle a un asporador, todo bien escondido en armarios estratégicos, para no perturbar la paz visual.
Archie abrió en enero de 2023 y ya está a pleno funcionamiento, aunque pronto se sumarán buenas razones para los nómadas que recalen en él. En sus locales de la planta baja ultiman detalles un Honest Greens y un Starbucks, dos imprescindibles de este estilo de vida. Y ya está en marcha también el parque interior de manzana al que da su trasera.
"Es el primer Archie pero no hay una estrategia de construir muchos más porque la disponibilidad para de suelo para construir edificios como este y con este volumen de apartamentos, que es el que pensamos que se necesita para que sea rentable. Si encontramos en Madrid, repetiremos el modelo", dice Jaime-Enrique Hugas de Conren Tramway. Esta inversora y promotora tiene tres líneas de actividad, las oficinas, por la que son conocidos; residencial – "tenemos 1.600 viviendas en promoción en Barcelona, y la transformación de la antigua fábrica de Mercedes Benz, en La Sagrera, donde haremos un proyecto de 200.000 metros cuadrados, un 60% dedicado a vivienda y el resto oficinas, espacios educativos, y logística.