"Los colores neutros y las superficies limpias me otorgan un espacio libre a nivel mental, porque no hay nada que me moleste o exija mi atención visualmente", afirma la diseñadora de moda danesa Anna Engstrøm, que ha decorado su casa familiar, situada al norte de Copenhague, con elegancia, sensibilidad y un talento especial para priorizar solo los objetos y muebles con los que conecta emocionalmente.
¿Cuál es la filosofía de Anna Engstrøm?
Y no es que a Anna Engstrøm no le gusten los objetos: ha estado en la industria de la moda desde el principio de su carera profesional y hoy es dueña de la marca de moda Vieille que da empleo a mujeres inmigrantes. Simplemente prefiere una casa que funcione con lo esencial y en la que solo tengan cabida muebles y objetos que, ya sea porque son un hallazgo inesperado o porque la han acompañado de una casa a otra, le aporten sensaciones, recuerdos y alegrías. La vida le parece más fácil si el interiorismo se corresponde con las aspiraciones de quienes lo van a vivir. Y para Anna, interiorista de su propia casa, lo que necesita, teniendo dos hijos pequeños, es poner orden rápidamente cuando todo se desordena y relajarse en un espacio en el que reina la calma, los colores suaves y los muebles que expresan la esencia del diseño escandinavo.
El apartamento, de 125 metros cuadrados, se abre a un jardín que le proporciona luz natural y vistas de la vegetación. El suelo, de anchas lamas de madera, aporta calidez y las habitaciones se unen en un flujo ininterrumpido que va desde una sala de estar luminosa y espaciosa hasta un dormitorio de ambiente casi monacal.
¿Qué necesita Anna para ser feliz?
Pequeñas piezas de diseño y arte seleccionadas llaman la atención: una escultura de una pareja en actitud amorosa, un cuenco mexicano antiguo o un tapiz coloreado con colores vegetales. Son objetos que tienen una conexión emocional más que práctica con la diseñadora y que ella sabe que la van a acompañar toda su vida pues no se deja llevar por tendencias que sabe que son pasajeras: "Sé que obtengo más alegría y valor en mi vida al elegir las pocas cosas que me hacen realmente feliz que pensar en todas las cosas nuevas que necesito comprar. También es un ejercicio de estar aquí y ahora y no enfocarme constantemente en el próximo cambio". Una filosofía con la que Anne Engstrøm logra que su hogar tenga un gran futuro por delante.