No se trata del primer establo reconvertido en vivienda (ni será el último, sin duda), pero en esta ocasión llama la atención que este antiguo lugar de descanso de caballos se encuentre en pleno casco urbano, concretamente en Copenhague. Aquí el estudio de diseño interior local Frama Studio ha tomado como punto de partida esta antigua construcción de 1878, para reconvertirla en un edificio residencial, y la ha sometido a una reforma integral partiendo de las premisas de sus nuevos propietarios. Se buscaba abrir la casa, prescindir de las máximas particiones para crear espacios diáfanos y llenos de luz. Y todo ello a partir de soluciones simples, basadas en una estética muy depurada y donde se resaltaran los detalles.
Salvaguardando la fachada originaria, con los marcos de las ventanas pintados de negro sobre ladrillo envejecido, el antiguo establo para caballos que transportaban el aguas de los lagos alberga hoy en su interior un espacio abierto y minimalista donde predominan los tonos blancos y grises y una estudiada selección de piezas de mobiliario que van desde diseños escandinavos de referencia a creaciones personalizadas, obra del propio estudio encargado del proyecto. Tal es el caso de las estantes modulares dispuestas a lo largo de la vivienda como de la cama king size, con estructura de abeto Douglas, que preside el dormitorio principal.
La superficie de la vivienda se organiza en dos niveles: en el inferior se encuentra la cocina, el estudio y un baño, mientras que en el nivel superior está el dormitorio principal con baño y un vestidor. Esta zona de noche es probablemente una de las más representativas y singulares del proyecto puesto que el cuarto de baño queda a la vista, aunque físicamente separado, al encontrarse dentro de una caja de cristal transparente con perfilería de madera. Una bañera exenta de líneas contemporáneas preside la estancia que se acompaña de ducha de obra, lavamanos exento e inodoro estratégicamente situado. Todo ello revestido de terrazo blanco y rematado con grifería de latón que aporta cierto contrapunto bucólico a la estética vanguardista predominante.
Mención especial merecen las persianas pivotantes de latón que regulan la entrada de luz natural, así como el plafón de estructura metálica y cristal en relieve presente en una de las ventanas. Son detalles que fusionan funcionalidad y estilo con mucha sutileza, y que junto a una mesurada elección de piezas y diseños modernos visten a medida un interior centenario en plena capital danesa.