Una cuidada combinación de ladrillo rojo y cristal da forma a esta pequeña villa situada en Ámsterdam. El proyecto de restauración es obra del estudio de arquitectura local HofmanDujardin, encargado de abrir la vivienda al exterior y, a su vez, dar entrada a la vegetación y la luz natural a todas las estancias de la casa. Para ello, se ha contado con el sistema Panoramah!, el denominado como ah! 38, un concepto moderno de la ventana panorámica que brinda la posibilidad de proyectar grandes superficies acristaladas con perfiles verticales de aluminio de dimensiones mínimas y gran elegancia.
Tal innovación aporta a la vivienda una gran sensación de ligereza pese a la presencia del ladrillo visto y las grandes piezas de mobiliario que visten las diferentes estancias. Con una superficie de 1.000 m2, la reforma llevada a cabo por el estudio encargado del proyecto, se organiza en cuatro niveles: sótano, planta baja, nivel intermedio y superior. En el sótano se encuentra uno de los tesoros de la vivienda, la imponente piscina interior que, al igual que los cerramientos acristalados que se abren en la fachada, queda acordonada por paños de cristal que cubren todo el perímetro. En la planta baja se encuentran las zonas más públicas como cocina, comedor y salón, todos ellos conectados directamente con el cuidado exterior, proyectado por el paisajista Piet Oudolf. En la planta intermedia se encuentra el estudio, junto con los dormitorios de los niños. Y finalmente, en el último piso, se da cabida a un fabuloso dormitorio principal con baño y con hermosas vistas a la capital de los Países Bajos.