En el barrio de Gracia de los años 70, en una zona residencial de pequeños artesanos, se encuentra esta casa en la que vive un pintor de Shanghái con su familia. El inmueble estaba muy compartimentado y respondía a una distribución de época, para renovarlo con los códigos propios de este siglo, recurrió al estudio de arquitectura de Sergi Pons, que ha dado a la vivienda una estética minimalista y cálida, y con un aire mediterráneo. En una superficie de 75 metros cuadrados, el arquitecto ha conseguido optimizar al máximo los espacios y ha distribuido la vivienda en tres habitaciones, un estudio de pintura y un gran espacio que integra el salón, la cocina y el comedor.