Un comedor amarillo, la cocina verde, el baño negro, y así hasta crear cinco espacios dentro de uno único y abierto, separados por colores, texturas y alguna cortina que otra. El primer trabajo de Studio.Noju en España es un despliegue de fantasía y personalidad ubicado en el mítico barrio de Triana en Sevilla, una reforma integral de un piso de 60 metros cuadrados para una propietaria. La estrategia principal del proyecto huye de la estética tradicional asociada a intervenciones en espacios reducidos buscando espacios diáfanos muchas veces demasiado vacíos y sin carácter. Se ha buscado proporcionar el mayor espacio posible para vivir en un espacio inicialmente muy reducido y excesivamente fragmentado en pequeñas habitaciones. El resultado es un anti-loft lleno de personalidad, texturas y color que nos encanta.
La intervención transforma la estructura espacial y programática de un antiguo apartamento, definido como una secuencia de pequeñas habitaciones, en una nueva organización donde los espacios no están definidos por particiones físicas sino por un lenguaje común de texturas, materiales y colores, creando nichos que se abren al espacio, cada uno de ellos con una identidad y programa propio. "El comedor amarillo, la cocina verde, el baño negro, todos pertenecen al mismo espacio pero de alguna manera acotan visualmente áreas independientes", nos cuentan Antonio Mora y Eduardo Tazón, al frente de Studio.Noju. "Para acomodar a los invitados, se puede desplegar una cortina azul de uno de los nichos, que crea una partición de privacidad dentro de la sala de estar, pudiendo ser recuperado como espacio social cuando no hay visitas".
La idea de los nichos es enmarcar un contraste con la caja blanca y gris más neutra que es la sala de estar utilizando no solo el color para diferenciarlos, sino también el uso de una carismática textura con una geometría que da coherencia y profundidad a estos nichos. "La forma triangular para crear estos fondos genera un ritmo interesante de luces y sombras a lo largo del día, en contraste con la planitud de la pared blanca".
El material empleado para el comedor, la cocina y el armario son cumbreras metálicas, un producto de construcción bastante típico, que se utiliza tradicionalmente para rematar techos a dos aguas en naves industriales. "Económico y fácil de conseguir, fue la solución perfecta para los fondos texturizados de los nichos", explican Antonio y Eduardo. "Hay un enfoque cada vez mayor en las pequeñas renovaciones residenciales dentro de la industria del diseño a medida que el mercado inmobiliario se vuelve cada vez más restrictivo para los compradores jóvenes, ofreciendo planos de planta más pequeños y en edificios de apartamentos en su mayoría antiguos. Crear una nueva generación de espacios residenciales que aproveche estos desafíos es crucial para nosotros". Y sin duda, este apartamento sevillano, lo demuestra.