"Siempre contemporánea, la catedral de Notre-Dame de París ha sido un refugio para la creatividad desde su creación, un lugar donde la Historia y la innovación artística se dan la mano". Lo dice Hervé Lemoine, presidente del Mobilier National, institución dependiente del Ministerio de Cultura francés dedicada al apoyo de la artesanía y las artes decorativas desde el siglo XVII. A punto de reabrir sus puertas desde el fatídico incendio que en 2019 destruyó dos tercios de su techumbre, la aguja central de Viollet-le-Duc y dañó los rosetones, la atención hacia la que es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo es máxima.
Tras ver las primeras imágenes del interior en la pre-apertura de Notre-Dame de París, algunos arquitectos ya han puesto en entredicho su excesivo e insólito resplandor. El paso del tiempo y el efecto del humo de los cirios harán su trabajo e irán devolviendo la pátina perdida. El rico patrimonio decorativo de la catedral recuperado, grandes obras de los siglos XVII y XIX, conviven ahora con creaciones contemporáneas.
Además de la aportación al vestuario ecuménico firmado por el diseñador Jean-Charles de Castelbajac, cuando vuelva a abrir sus puertas Notre-Dame de París, el visitante se encontrará con diseños de mobiliario de tipo litúrgico como el baptisterio, el altar, el ambón (púlpito o atril para leer o cantar en los actos litúrgicos) y el tabernáculo (sagrario), en bronce y piedra que llevan la firma del artista Guillaume Bardet.
Como parte de la restauración de esta emblemático monumento, que preserva el patrimonio histórico y su conservación para generaciones futuras, la alfombra del coro, que mide casi 200 m2 y fue encargada por Carlos X y donada a la catedral por Luis Felipe, lucirá su lustre después de los trabajos realizados desde julio de 2022 en los talleres de Mobilier National.
La guinda del interiorismo de la seo serán las sillas para los fieles que han sido diseñadas por otra artista francesa, Ionna Vautrin que también ha ideado los bancos adicionales. Previamente bendecidas en una ceremonia por el Obispo de Aire y Dax, estos asientos se han producido a lo largo de un año en los talleres de la empresa Bosc, fabricante artesanal de muebles desde 1964.
"Contribuir a la restauración de este monumento icónico es un testimonio de nuestro compromiso con la preservación de este patrimonio histórico excepcional y con garantizar su conservación para las futuras generaciones", comentan desde la firma con sede en Hagetmau, en las Landas y región de Aquitania.
La talentosa diseñadora bretona ha ideado sillas, bancos y reclinatorios inspirados en "la arquitectura gótica milenaria de la catedral: sus vitrales, arcos, columnas, adornos...", como se indica en su website. De "noble simplicidad" califica Vautrin a las sillas cuya "transparencia y altura le confieren una postura de humildad y modestia, a la vez que enfatizan la vertiginosa verticalidad d ella catedral", añade.
De formas curvas, fabricadas en roble macizo y latón, están pensadas para ensamblarse y formar filas rectas. Son apilables, ligeras para ser transportadas y están creadas para su uso intensivo. "Además de las sillas, los reclinatorios, los bancos, los prie-dieu (reclinatorios) individuales y colectivos responden a las necesidades de los diferentes espacios de la catedral. Su diseño proviene de la silla, ofreciendo un conjunto armonioso que guarda coherencia con el espíritu de la catedral", concluyen desde el estudio.