Cada segundo se vierte al océano más de 200 kg de residuos plásticos generados por el hombre. Y si la vida del océano está en peligro, también lo está la vida humana. La instalación Stand Up for the Seas!, de la arquitecta Rozana Montiel pone el foco en uno de las grandes problemáticas de este siglo: la presencia del plástico en los mares. Una situación que, lejos de mejorar, va a peor.
La instalación ha sido construida con pocos elementos reciclados (acero, redes, y piso). "Diseñamos una estructura como escultura que sirve para trepar, jugar, reunirse, recorrer, sentarse, descansar, contemplar y reflexionar", dice Rozana Montiel. Al crear una estructura que funciona como una escultura, esta instalación pone el arte al servicio de un pensamiento: ¿Cómo podemos acercarnos a nuestros mares de una forma ética?
Stand Up for the Seas! ofrece la oportunidad de caminar dentro de una red de pesca de cerco para entender, a partir de un juego de alambre suspendido, la magnitud del conflicto global de la contaminación de los mares. "Las redes de cerco son enormes y atrapan todo, sin distinción. Al habitar el interior de la red, el espectador experimenta lo que se siente al estar atrapado", cuenta la arquitecta.
Las corrientes marinas han conectado el continente americano con el resto del mundo durante siglos. Pero, hoy en día, estas mismas corrientes arrastran toneladas de desechos. En las costas de México (país de origen de la arquitecta) se concentra basura procedente de todo el mundo. Al mismo tiempo, la industria pesquera conecta al mundo a través de redes de intercambio con grandes ambiciones económicas. "Vivimos la Era de Plástico. Esto seguirá evolucionando hacia una mayor catástrofe. La arena de nuestras playas se mezcla cada vez con más partículas de plástico y, un día, habrá más microplástico que arena en nuestras costas", asegura Rozana Montiel. Instalaciones como esta ayudan a añadir este problema a nuestra lista de prioridades. Nuestra vida está en juego.