Está claro que el tamaño de tu terraza condicionará la elección de su mobiliario. Vamos por tallas:
TALLA XS: Recurre a muebles plegables y apilables, así como a la simplicidad decorativa. Solo lo imprescindible según el uso que quieras darle. Tendrás que elegir: o destinarla a comedor o a zona de estar, con una hamaca y mesita auxiliar.
TALLA S: Bastará con una cómoda butaca y una pequeña mesa redonda de madera para tener un pequeño espacio de ocio al aire libre. Un pequeño sofá rinconero tapizado en blanco, con tela especial para exteriores, es una buena idea para ganar confort y luminosidad en tu mini-terraza.
Haz que los asientos se adapten al espacio, por ejemplo con una distribución en L. Aprovecharás el rincón y dejarás un espacio central despejado para una mesita o asiento extra. Un banco de obra, por ejemplo, debe tener unos 40-45 cm de altura y unos 50-55 cm de ancho.
TALLA M: Si tu terraza es mediana, pon un comedor exterior donde disfrutar de desayunos, comidas y cenas al aire libre y un rincón de solárium. Es importante asegurar un mínimo de sombra para que sea realmente agradable con una sombrilla articulada o una pequeña pérgola.
TALLA L: En esta terraza el espacio es suficientemente generoso como para crear tres ambientes: el comedor, el estar y la zona de relax. Aprovecha el espacio para colocar hamacas y tumbonas en la zona ajardinada. Eso sí, que sean de materiales transpirables.
Si tienes un espacio alargado mejor una mesa rectangular y extensible (para seis personas debe medir 180 cm).
Cómo distribuir la terraza
Pues piensa en tu exterior como si fuera el salón de casa y divídela en varias áreas, tantas como necesidades tengas para estar cómodo: Comedor, almacenaje, área de descanso y zona verde.
Distribuye tu terraza en función de su forma y función:
1. Mide y traza un plano a escala del espacio disponible. Indica la forma, el tamaño, la situación de las puertas, las ventanas, las tomas de luz y de agua, los desagües y los enchufes.
2. Indica la orientación del sol, observando su incidencia durante el día. Esto sirve para situar el mobiliario, las plantas o, si se precisa, un toldo o una pérgola.
3. Ten en cuenta el viento y decide las zonas que quieres ocultar de las miradas indiscretas.
4. Después de conocer todos estos datos técnicos, haz una lista de tus necesidades para tratar de satisfacerlas mediante el mobiliario más adecuado.
5. En una terraza grande es posible marcar diversas áreas para tomar el sol o comer. En el caso de un balcón reducido, lo más aconsejable es habilitar un único ambiente integrando una mesa pequeña, una hamaca o un sillón de relax.