Respetar la cultura y el patrimonio arquitectónico de Fuerteventura y darle un giro contemporáneo ha sido el objetivo que se marcaron Borja y Raúl al decidir transformar su propiedad, el antiguo casino de La Oliva en un alojamiento único, ideal para una escapada a Canarias. La Casa Montelongo, cuya construcción originaria data de los siglos XIX y XX, se encuentra situada en una Zona de Conservación Histórico Artística de esta población y para su renovación contaron con Néstor Pérez Batista, arquitecto canario afincado en Berlín. El proyecto comenzó en 2018 y tanto el arquitecto como los propietarios comprenden que se trata de "una arquitectura que tiene un valor emocional y cultural".

El edificio minimalista por dentro y por fuera cuenta con una planta muy sencilla dispuesta en forma de U alrededor de un patio y se usaba antiguamente como casino y teatro, un centro de reunión convertido ahora en dos espacios remodelados "intentando mantener al máximo la estructura de los espacios interiores", comenta Néstor. En Casa Montelongo se han creado dos espacios habitables, uno una casa de uso propio donde habitan los propietarios y otra destinada a alojamiento para amigos, familiares o huéspedes. El primero de ellos cuenta con salón, dormitorio y un aseo en forma cilíndrica que divide el estar de la zona de descanso.

 

 

"Cada espacio se diseñó de manera individualizada, pero al mismo tiempo, se conectó estratégicamente con el patio a través de huecos en las fachadas interiores, enfatizando la sensación de apertura y transparencia, evitando romper la continuidad espacial y las relaciones fluidas", indican desde Casa Montelongo.

 

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