Ninguno de los dos era ceramista de profesión. Sonia Pueche era fotógrafa y Jaime Mato cocinero con talento para trabajar la madera. Compartían taller en Malasaña, y un buen día se apuntaron a clases de cerámica sin saber que ese gesto cambiaría sus vidas para siempre.
"En la escuela aprendíamos cosas que nos gustaban, pero nosotros teníamos en mente otra clase de formas", revela Sonia. "Empezamos a comprar la arcilla por nuestra cuenta y a trabajarla en nuestro propio taller, y luego íbamos a la escuela a hornearla".
Cinco años después, Sonia y Jaime son Época, un exitoso laboratorio de cerámica que proyecta sus creaciones al mundo a través de su web. Una de las claves de su éxito, tal como comenta Jaime, es que se mantienen fieles a su voluntad de hacer piezas únicas. "Es nuestra esencia. Al final, tiendas con cosas repetidas hay a millones", dice Sonia.
La respuesta de la gente ha sido excelente. "Entienden los tiempos de la artesanía, cada vez más", opinan. El comentario que más veces recogen por parte de sus clientes es que las piezas de Época transmiten una agradable sensación de calma.