Los horizontes se expanden cuando la creatividad y el lujo navegan juntos. Algo muy apropiado y que es lo que ha llevado a cabo el estudio canadiense con sede en Toronto Burdifilek, dando un giro audaz en su trayectoria al embarcarse (y nunca mejor dicho) en su primer proyecto de diseño de yates. El resultado es el Entourage, una obra de 63 metros de largo construida por Damen Yachting que susurra tranquilidad y sofisticación.
De un solo vistazo ya se percibe que el Entourage se aleja de las expectativas convencionales de opulencia. El equipo de Burdifilek se propuso crear un lujo discreto que no compitiera con la belleza natural circundante, sino que se fusionara con ella. El director creativo y socio fundador de Burdifilek, Diego Burdi, explica: "Queríamos que el entorno exterior iniciara el diálogo visual con el entorno interior, por lo que adoptar el lenguaje del diseño marino fue el comienzo de la narrativa en el estudio".
Interior y exterior se fusionan
El interior del yate es un testimonio de esta visión única. En la cubierta principal, amplias ventanas que se extienden desde el techo hasta el suelo crean una conexión con la naturaleza que rodea al yate. Las paredes de roble ahumado aportan calidez y elegancia, mientras que las curvas suaves se combinan con muebles diseñados a medida y alfombras de colores arena para crear un ambiente de refinamiento contemporáneo. Esas mismas curvas las encontramos en la escalera, con sus ondulaciones fluidas y las paredes tapizadas en cuero suave, es una expresión artística en movimiento. Las luces de techo indirectas y una abertura orgánica en la pared añaden un toque de sorpresa y alegría.
El camarote principal es una delicia de texturas y transparencia. El techo limpio y brillante, junto con las paredes de cuero, crea un ambiente de elegancia y sofisticación que se complementa con los tonos pastel y azules de los muebles. A medida que subimos la escalera, el ambiente cambia, evolucionando hacia una sensación más acogedora. Los techos en capas y la iluminación suave infunden profundidad y calidez, mientras que el mobiliario se adapta al espacio, creando un ambiente desenfadado.
Todo cuidado al detalle
La atención al detalle es evidente en cada rincón. El bar de cócteles, con su elección de colores inspirados en el océano y paneles de cuero suave, es un rincón de lujo y sofisticación. El mobiliario a medida en tonos peltre y una alfombra azul apagado crean un ambiente refinado. El espacio al aire libre no se queda atrás, con muebles de salón diseñados a medida que se integran perfectamente en el diseño del yate. La brisa acaricia suavemente las piezas ergonómicas, creando un oasis de comodidad. Desde luego, así da gusto cruzarse todos los mares.