Aunque este 12 de octubre caiga en sábado, y no tengamos puente, es una buena oportunidad para escaparse y visitar algún punto de España. Como es costumbre, la revista National Geographic nos dice cuál es el pueblo más bonito para ir este mes y perderse en un paraje idílico. A los pies de los Pirineos aragoneses, en la provincia de Huesca, se encuentra Alquézar. En el corazón de la comarca de Somontano de Barbastro, esta población destaca por reflejar en sus calles sus numerosos siglos de historia. 

Con tan solo 348 habitantes, Alquézar se encuentra envuelto de la naturaleza de La Sierra y los Cañones de Guara y a un poco más de 50 quilómetros de Huesca capital. No obstante, lo más característico de este pueblo son sus elementos arquitectónicos. Una fortaleza que se ve desde los alrededores de la comarca y unas calles con suelos de piedra, marcan este pequeño núcleo de población. 

 

 

 

 

Alquézar y su origen milenario 

El origen etimológico de la palabra Alquézar viene del árabe, 'al qasr'.  Este vocablo significa alcázar y está estrechamente relacionado con una de las edificaciones que más representa al pueblo, la Colegiata de Santa María la Mayor. Por esta razón, también se cree que proviene de 'al qasr Bunu Jalaf', que quiere decir 'Castillo de los descendientes de Jalaf'.

Alquézar

Alquézar se encuentra cerca de la ciudad de Huesca.

Ecelan- Creative Commons

Del año 800 para adelante, los gobernantes del Al Ándalus querían detener el cristianismo en la zona. Barbastro era un reducto árabe que se sentía amenazado por el auge de otra religión, por lo que decidieron crear esta fortaleza en Álquezar para proteger a la población. Si embargo, 200 años después los cristianos se hicieron con el control de esta edificación y lo usaron como centro neurálgico de sus estrategias de guerra. 

Los puntos más interesantes de Alquézar 

La fusión de arquitectura, historia y naturaleza es lo que hace que este pueblo sea digno de visitar. Al lado del río Vero, Alquézar nos ofrece una serie de lugares de interés que no nos debemos perder bajo ningún concepto. 

- Colegiata de Santa María la Mayor: en el punto más alto de Alquézar encontramos la construcción que ha hecho de eje para construir el resto del núcleo poblacional. Con una esencia puramente gótica, por sus torres altas y el juego de puertas y ventanas arqueadas, este castillo está compuesto por diferentes partes. Una de las más imprescindibles de ver, es el claustro, ya que representa a la perfección la renovación que se realizó siglos más tarde a su creación.

Claustro de alquézar

El claustro es uno de los principales atractivos de Alquézar. 

Isabel García

- Ermitas: otro signo de la antigüedad de Alquézar son sus ermitas. De un estilo más sencillo, pero conservando sus detalles más clásicos, las de Nuestra Señora de las Nieves, la de San Antón y San Gregorio son muy bonitas de ver. 

- Casco antiguo:  las calles antiguas de la ciudad resaltan por la piedra de su superficie y los arcos de las casas. A través de estas vías tan estrechas, podrás visitar algunos de los puntos más bonitos como la plaza de Rafael Ayerbe, la de Cruz de Buil o los típicos callizos. 

Calles de Alquézar

Las calles del pueblo representan todo su pasado. 

Isabel García

No te olvides de la naturaleza

El efecto de belleza arquitectónico se ve realzado por el paisaje natural. Desde el mismo pueblo, puedes realizar un camino por una pasarela que recorre todos los alrededores de Alquézar. Además, podrás ver el Puente del Diablo y otras edificaciones que se encuentran repartidas por el término de la localidad. Siguiendo la travesía del río Vero, te llevará a una de las maravillas más impactantes de la zona: arte rupestre de Colungo. Esta creación prehistórica es un imprescindible para conocer el pasado de toda la comarca.