"Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño". La célebre cita de Pablo Picasso nos viene que ni pintada para presentar el estreno como artista plástico del cantante Robbie Williams. Y es que más de un escéptico podría tachar el trazo del cantante británico como algo infantil. Lo cierto es que detrás de esta propuesta artística, cercana al arte pop y naïf, se esconde el largo viaje al corazón de las tinieblas de un hombre en lucha con sus afecciones de salud mental.
El debut expositivo del británico en nuestro país se presenta en el Moco Museum Barcelona, a pocos metros del Museu Picasso y en el mismo Palau Cervelló de la calle Montcada que antaño acogiera la Fundació Gaspar: una institución vinculada a la familia de Joan Gaspar, el primer galerista barcelonés en defender a Picasso ante todos aquellos que solo veían en los dibujos del malagueño el garabato de un crío. Los seis grados de separación se reducen considerablemente si buscamos una conexión entre Pablo Picasso y Robbie Williams.
El insoportable peso del éxito
"I was so high all I could do was concentrate on not dying".La frase, incluida en una de sus obras, nos acerca a la vida de una superestrella mundial que, tal como confiesa sin rubor, ha estado tan arriba –o tan colocado, según la acepción del término– que lo único que le quedaba era concentrarse en no morir. Con seis de los 100 álbumes más vendidos de la historia en el Reino Unido y 80 millones de álbumes despachados en todo el mundo, el británico es uno de los cantantes de todos los tiempos con más números 1 en su catálogo. Un éxito descomunal de una magnitud difícil de sobrellevar.
El éxito, ciertamente, no ha dejado nunca de sonreír a un hombre que en su última reinvención pública, protagonizando la serie documental Robbie Williams en la plataforma Netflix, obtenía 5,5 millones de visitas tan solo un mes después de su estreno. En la serie, el británico habla abiertamente de crisis nerviosas, depresión y ansiedad. Temas que siempre han sido centrales en las letras de sus composiciones y que, en sus obras plásticas, se convierten en extensiones de las mismas.
La terapia a través del arte
"I like people but they make me very very tired", reza otra de sus obras. Incapaz, en ocasiones, de levantarse de la cama, Williams ha encontrado en el arte una válvula para lidiar con sus fantasmas personales. Fluyendo libremente de una mente abarrotada, los dibujos del cantante se han convertido en una terapia diaria con la que hacer frente a las presiones de la vida pública y una inspiración para que la gente se anime a transformar sus miedos y ansiedades en creatividad.
Son obras que Williams lleva creando desde 2006 y que desde hace poco más de un año ha estado publicando en su perfil de Instagram. Sus 3 millones de seguidores ya están familiarizados con un trabajo que se presentó por primera vez en el Moco Museum Ámsterdam ante más de 100.000 personas. Bajo el título Confessions of a Crowded Mind, una nueva selección de 18 obras protagonizan la exposición en el Moco Museum Barcelona. Coloristas y alegres en apariencia, los trazos pueden parecer los de un crío pero nos hablan de lo compleja que puede llegar a ser la vida de un adulto.