No es primera vez que la actriz española nos sorprende por su buen gusto y cuidada decoración. Ya habíamos presenciado la sencilla y elegante decoración de su hogar en Madrid. No olvidemos que Belén Rueda, cerca de sus 20 años, cursó los inicios de Arquitectura. Hoy, casi cuarenta años después, el interiorismo de su dormitorio revela que su veta artística va más allá de la interpretación dramática.
La protagonista de Caída libre subió una foto a Instagram probando productos cosméticos durante su rutina nocturna. Sentada sobre la cama, el cabecero de fondo se roba todas las miradas. Una pieza amplia de estilo Capitoné, cómoda, texturizada y en un sobrio gris ratón. Los soportes laterales y las formas curvadas aportan aún más confort. La actriz supo combinar el cabecero con otras piezas en blanco y dorado, como la mesita de noche con superficie de mármol.
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¿Cómo tiene que ser un cabecero de cama?
La gran lección que nos deja Belén Rueda, es que un cabecero de cama debe brillar por dos características: elegancia y comodidad. Ambos rasgos son inseparables. Un sofisticado cabecero de cama no sirve de nada si no asegura un buen descanso. Por eso, hoy comparto contigo los principales aspectos a tener en cuenta cuando eliges este mueble para tu dormitorio. Características que, probablemente, Belén Rueda consideró a la hora de elegir este mueble de uso diario.
1. Cuida el tamaño y las proporciones del cabecero
La medida del cabecero es clave para disfrutar de un buen descanso. Necesitas un cabecero que, comparado con el tamaño de la cama, no sea desproporcionado. Sin embargo, una pieza excesivamente grande puede desequilibrar la decoración general. El equilibrio es clave: procura que el cabecero sea un 20% más ancho que la cama.
2. Elige materiales destinados al confort
¡Este es el segundo aspecto más importante! Queremos un cabecero elegante, que dure en el tiempo y que sea muy cómodo. Los cabeceros tapizados añaden profundidad y confort visual, algo propio de los textiles decorativos. Además, son mucho más agradables porque son más blandos y suaves al tacto. Una superficie acolchada o de tipo Capitoné, como el cabecero de Belén Rueda, es ideal para añadir más interés visual y un extra de comodidad.
3. El color del cabecero: prefiere tonos neutros
Aunque los tonos neutros son los preferidos para facilitar un buen descanso, tampoco descartes otros colores. Lo importante es que el tono escogido sea coherente con el estilo de tu habitación. Si la paleta cromática está compuesta por tonos oscuros como el negro, el gris o el marrón, un cabecero en color azul piedra o gris ratón, son perfectos. Por su parte, las diversas tonalidades de blanco como el marfil, el crema, incluso el beige, son ideales para incitar a la calma.
4. ¿Almacenamiento integrado?
Sí, pero no. Me explico: como queremos facilitar el buen dormir, un cabecero con almacenamiento puede ser demasiado rígido y duro para la cabeza. Esta medida es útil solo si tienes un dormitorio muy pequeño y necesitas almacenamiento extra. De ser posible, elige un cabecero suave, rígido por dentro, pero con textura blanda por fuera.
Cabeceros como el de Belén Rueda: inspiración máxima
Si quieres imitar el buen gusto de Belén Rueda, recopilamos algunas inspiraciones que te ayudarán a encontrar el cabecero ideal para tu dormitorio.
Con soportes laterales
Al igual que el cabecero de Belén, este modelo es tapizado y cuenta con brazos laterales. Está diseñado de tal forma que la continuidad visual entre el canapé y el cabecero es evidente. El formato acolchado facilita el descanso gracias a la textura blanda y acogedora.
En un sereno color beige
Separado de la cama, pero empotrado a la pared, este cabecero acolchado cumple con la promesa de ocupar cero espacio en el suelo. En cambio, utiliza el espacio vertical para ofrecer soporte al dormir. El color entre beige y terracota suave, es ideal para combinar con ropa de cama clara y detalles metalizados.
Máxima elegancia
Este cabecero tapizado en cuero con soporte de madera tallada, grita elegancia por todas partes. La experiencia es aún más exquisita gracias al acolchado y a sus grandes dimensiones. Su amplitud permite ubicar una mesita de noche al costado, lo que hace que sea más fácil acceder a los objetos antes de dormir.
Conectado a la cama
Finalmente, este cabecero es un tanto particular, pues viene conectado al somier. Es una opción válida para habitaciones amplias, abiertas, que no apoyan la cama en la pared. El color verde grisáceo y la superficie de líneas diagonales, lo transforman en una pieza seria, pero sofisticada.