Brad Pitt, su otra vocación Tras el huracán Katrina, Brad Pitt tomó la decisión de contribuir a la reconstrucción de Nueva Orleans lanzando el proyecto Make it Right en colaboración con Frank Gehry. El actor ha reconocido que la arquitectura le apasiona, y hasta ha participado en el diseño de su nueva casa en Nueva Orleans. "Amo que la arquitectura sea esta pieza de arte donde puedas estar dentro", declara. Josep Font, el constructor de palacios Si fuera arquitecto, estaría en la línea de Antoni Gaudí. Josep Font empezó los estudios de esta disciplina y los combinó con moda y patronaje, y es allí donde encontró su verdadera vía de expresión. Hemos perdido un arquitecto, pero hemos ganado un diseñador... O no. El catalán construye particulares universos poblados de princesas modernas que se pasearían a sus anchas por los salones de la Casa Batlló. En la imagen, looks de su colección Otoño-Invierno 2016-2017 Seal, proyecto de vida Seal tiene apariencia de arquitecto. Y lo fue, al principio de su carrera. Obtuvo un diploma y trabajó en varios proyectos en el área de Londres antes de convertirse en cantante. En términos arquitectónicos, además, se puede decir que el autor de Kiss from a rose "se ha construido a sí mismo", después de pasar los primeros 10 años de su vida en un centro de acogida. Paco Rabanne, saltar sin red Paco Rabanne asistió a clases de arquitectura en la escuela de Bellas Artes de París, una experiencia que marcó su trabajo como diseñador de moda. En 1964, presentó una colección de trajes de metal y de plástico que daría la vuelta al mundo. Desde ese hito, no ha dejado de esculpir vestidos que, pese a estar realizados en materiales rígidos, suavizan la silueta, uniendo delicadamente las piezas igual que lo haría un buen arquitecto. Tom Ford, una mentira... piadosa El diseñador de moda Tom Ford ocultó que había estudiado arquitectura al principio de su carrera. Un año antes de licenciarse, pasó un año en París, donde trabajó como asistente de prensa en la firma Chloé. Cuando regresó a Estados Unidos, tenía tan claro que quería dedicarse a la moda que terminó sus estudios, pero a la hora de buscar trabajo, ocultó que su licenciatura era en arquitectura. Y lo contrató Gucci. Courteney Cox, cambio de rumbo La Mónica de Friends trabaja entre fogones, pero la Courteney Cox adolescente soñó un día con convertirse en arquitecta. Después de graduarse de la secundaria, Cox ingresó en la universidad Mount Vernon College de Washington D.C. para estudiar arquitectura. Pero poco a poco, se fue decantando por la interpretación, llegando a dar vida a uno de los personajes más populares –y rentables– de la televisión. Anthony Quinn, talento premiado El protagonista de Zorba el griego –en la imagen, un fotograma de la película– obtuvo el primer premio de su vida –luego ganaría dos Oscar– por un diseño arquitectónico que realizó mientras cursaba sus estudios. Tuvo como profesor al mismísimo Frank Lloyd Wright, pero cuando se vio en la tesitura de decidir, el gusanillo de la interpretación fue más poderoso. Su hijo Lorenzo recogió el legado del Anthony Quinn arquitecto, dedicándose a otra actividad artística relacionado con el diseño y las proporciones: la escultura. Mikel Erentxun, la asignatura pendiente Mikel Erentxun empezó a cursar arquitectura... Y entonces conoció a Diego Vasallo, que se había matriculado en la misma universidad. Juntos se dedicaron a "construir canciones", les fue bien y formaron Duncan Dhu, uno de los grupos de pop más populares de los años 90. Diego se volcó en la música, mientras que Mikel se licenció por fin en arquitectura justo cuando la banda se encontraba en el momento cumbre. Se lo había prometido a sus padres... Kraftwerk, arquitectos de la electrónica Ralf Hütter, co-fundador del grupo Kraftwerk, padres de la música electrónica, también estudió arquitectura. No es de extrañar que algunas de sus actuaciones más memorables de los últimos años hayan tenido lugar en entornos como el MoMA de Nueva York o la Bienal de Venecia. Ese vínculo tuvo continuidad con los ocho conciertos que dieron del 7 al 14 de octubre de 2016 en el Guggenheim de Bilbao, pistoletazo de salida para las celebraciones del 20º aniversario del museo.