Los cabeceros han pasado de ser algo que poníamos entre la cama y la pared para proteger la segunda y apoyar la cabeza para leer, a convertirse en verdaderos dueños y señores del dormitorio. Y eso que su historia se remonta a la antigüedad, cuando las civilizaciones egipcia y griega comenzaron a utilizarlos no solo como un componente decorativo, sino también por sus beneficios prácticos. Originalmente, los cabeceros se diseñaron para aislar a las personas del frío y las corrientes de aire, ya que las paredes de las casas antiguas eran frías y, a menudo, de piedra o adobe. Al elevar la cama y añadir un cabecero, se creaba una barrera que ayudaba a mantener el calor en la zona de descanso.

En la Edad Media, evolucionaron volviéndose más elaborados y ostentosos, especialmente entre la nobleza, siendo grandes y decorados con intrincadas tallas de madera, tapices y adornos metálicos, reflejando el estatus social y la riqueza de sus propietarios. Durante el Renacimiento y el Barroco, los cabeceros continuaron siendo símbolos de opulencia, con diseños aún más detallados y exuberantes. En el siglo XVIII, les democratizaron con la Revolución Industrial, que permitió la producción en masa de muebles y accesibilidad a una mayor variedad de materiales. Desde entonces, los cabeceros han evolucionado para adaptarse a las tendencias de diseño y las necesidades funcionales. Con este currículum, imposible resistirse a querer uno, como les pasa a nuestros expertos consultados.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en Arquitectura y Diseño suscríbete a nuestra newsletter.

1 /10
cabecero blanco de obra
Arenaa Arquitectura, Arte y Diseño de Valencia

Protagonista absoluto en el diseño del dormitorio

¿Y ahora en qué punto se encuentran? Pues en el de que definen absolutamente el estilo del dormitorio y de un interiorismo completo, casi. Esa es la opinión de José Cortés, Doctor Arquitecto e Interiorista y al frente del estudio Arenaa Arquitectura, Arte y Diseño de Valencia: "Sin duda alguna, el cabecero de la cama es un protagonista indiscutible cuando hablamos de diseño de dormitorio. Además de la estética, este elemento cumple con varias funciones: una práctica, ya que protege la pared de rozaduras o marcas y una personal, dotando de confort a la dura pared de detrás de la cama. En nuestro estudio nos decantamos siempre porque, al igual que el estilo de nuestras casas, sean artesanos y aporten flexibilidad y organización al espacio".

dormitorio con lampara redonda suspendida
Arenaa Arquitectura, Arte y Diseño de Valencia

Un cabecero según las necesidades

Siendo el cabecero el eje central del diseño del espacio, ya que dependiendo de su estilo y forma marcará el diseño del resto, "elegiremos el cabecero según las necesidades del que lo vaya a usar", continúa Jose de Arenaa Arquitectura, Arte y Diseño. "Si te gusta leer y tener espacio para tus libros favoritos o tu deco preferida, elegiremos un cabecero de obra. En el estudio realizamos cabeceros en la propia pared detrás de la cama mediante hornacinas que llenan de practicidad este espacio. Además, es un producto artesano, ya que lo realiza el obrero in situ. La versatilidad del diseño viene dada por las múltiples formas: puede ser cuadrado, rectangular a los lados, en arco… Además, la iluminación se integra dentro de las hornacinas, dando un toque moderno al ambiente con tiras led ocultas. Y siempre pintados o enlucidos con materiales naturales como el microcemento o la arcilla, que son exponentes del estilo mediterráneo".

cabecero rosa tapizado
Arenaa Arquitectura, Arte y Diseño de Valencia

Existe un universo lleno de matices

En términos parecidos se mueve Verónica García Iguaz, de Residentially studio. "Si nos imaginamos un cabecero es muy probable que nos venga a la cabeza uno estándar del ancho de la cama, que se levante 40-50 centímetros sobre los almohadones, entelado en un color neutro… ¡pero la realidad es que existe todo un mundo alrededor de este tema y está lleno de matices! En Residentially studio, intentamos entender y cuestionar el origen y la utilidad de cada pieza de diseño antes de empezar a diseñar. Por lo que, cuando nos llega la hora de diseñar el cabecero, optamos por opciones muy diversas según el espacio en el que nos encontramos y el tipo de casa. No creemos en modas sino en una buena contextualización del diseño". 

cuadros colgados en la pared de la cama
NOUVEL INTERIOR

Dormitorio pequeño

"Si el dormitorio es pequeño", apunta verónica, "y quieres que los diferentes elementos respiren, una opción que siempre funciona ¡es no poner cabecero! Para esto es bueno que se haya escogido una pintura plástica que sea fácil de limpiar, o un microcemento. También nos encanta escoger una tela del mismo color que la pared. Eso implica disponer de muestrario de telas y trabajar con muestras grandes tanto de pintura como de tela para asegurar bien que el color es exactamente el mismo. Si, por el contrario, quieres enfatizar esa sensación de recogimiento, entelar el cabecero con la misma tela que la pared es un acierto seguro, usar estampados, mucha información, contrastes y formas para realzar la cualidad de acogedor de ese espacio pequeño. Otro truco para espacios pequeños es hacerlo de lado a lado de la pared y así evitar ver mucho corte en tan poco espacio".

cama con cojines apilados y cabecero negro
EUGENI PONS

Dormitorios de gran tamaño

"En dormitorios grandes", continúa Verónica de Residentially studio, "con paredes claras, funciona usar una cama con cabecero oscuro, creando contraste y ayudando a articular un poco el espacio. Y si el dormitorio es oscuro, apostar por un color claro. También prolongarlo a los lados de la cama para darle más presencia a la cama en el espacio e integrar las mesillas en el espacio de la cama. Según la proporción resultante y el efecto que se busque, queda muy bonito partirlo en tres piezas como tríptico e integrar los interruptores dentro del cabecero".

cabecero grande dorado
LEROY MERLIN

Un estilo más clásico

"El estilo clásico llama a cabeceros más altos, entelados, a entelar el cabecero con el mismo motivo (o complementario) al papel de la pared. Lo que es un acierto seguro es entelar el/los cabeceros con la misma tela que la pared o con una que se comunique bien con ella, es decir que si por ejemplo es raya, una raya distinta, o un color liso del mismo color que el entelado de la pared".

cabecero de madera
María Pujol

La madera para un estilo moderno

"El moderno es sinónimo de cabeceros de poca altura o panelados hasta el techo, y materiales quizá más duros (aunque acogedores) como la madera. Para escoger, nuestro criterio se basa en fijarnos en lo que tiene sentido según la ubicación y el estilo de la casa, el estilo del cliente, y manteniéndonos por supuesto siempre fieles a nuestro estilo, que definiríamos como minimalismo cálido y atemporal".

butaca granate, cabecero de madera oscura y lampara colgante
VICENT LEROUX

¿Influye la altura de los techos?

Pues según nos sigue contando Verónica, sí. "Con el mismo criterio de dormitorio grande o pequeño, si el techo es bajo y queremos un efecto limpio, una buena solución es panelar toda la pared. El criterio opuesto, pero igualmente efectivo, es distraer la atención de esa línea de techo tan baja con alguna forma especial en el cabecero, ya sean ondas o algún detalle especial como un cordón que contraste. Si, por el contrario, tenemos un techo muy alto, será interesante usar mucha tela para dar calidez al espacio. En este caso, y según el tipo de vivienda, nos puede gustar un dosel que acote el espacio de la cama".

cojines de rayas y cabecero de madera
Paloma Pacheco

Con repisa tras la cama

Finaliza Verónica dándonos dos consejos sobre cosas a evitar: "Si dejas una repisa de obra detrás de la cama, que sea suficientemente ancha para apoyar cosas, evita ponerle cabecero delante, salvo que lo hagas a medida a la misma altura, y de lado a lado de la pared, para evitar ver muchos cortes y que el ojo se detenga constantemente entre las uniones".

dormitorio claro y textiles blanco y gris
TERRAZA BALEAR

Un cabecero del mismo color

Y el segundo de los consejos de Verónica es que "si no te gusta poner cuadros en el dormitorio, procura que el cabecero sea exactamente del mismo color que la pared para que el efecto sea más limpio e intencionado, panela toda la pared, usa un cabecero con algún estampado con carácter o dale un toque a la zona de la cama con algunos apliques y almohadones especiales".