Debido al ritmo vertiginoso del día a día, puede que la zona del comedor no se use a diario, anteponiendo la cocina o incluso la mesa de centro frente a la televisión. Sin embargo, a la hora de elegir la mesa que va a ocupar este espacio, es imprescindible darle la importancia que requiere. Así, diseñando un espacio cómodo y confortable se asegura su uso y disfrute.

La mesa debe respetar las proporciones

En cualquier caso, la mesa debe respetar las proporciones de la habitación y no resultar ni demasiado grande ni demasiado pequeña. En cuanto a las medidas lo ideal es que de la mesa a la pared haya entre 90 y 120 cm. Si se prefiere elegir sillas distintas en vez de hacerlo a juego, hay que asegurarse que tengan una altura de entre 45 y 50 cm.

Además de sillas, los bancos de madera son una estupenda opción para acompañar a una mesa rectangular como esta de Heerenhuis Manufactuur.

 

 

Pere Peris

¿Y sobre la forma?

Si bien a priori la tendencia es imaginarse una mesa de comedor con forma rectangular, lo cierto es que existen otras posibilidades que pueden adaptarse a las necesidades concretas de cada hogar.

El espacio del que se dispone, la forma de la estancia o si necesita potenciarse la luminosidad son algunos de los factores que habrá que tener en cuenta. En este caso, las de cristal son las mejores para no obstaculizar el paso de la luz a la vez que aligeran visualmente el conjunto.

Las mesas de cristal son elegantes y grandes aliadas de la luminosidad, tal como muestra el modelo Manta de Rimadesio, diseño de Giuseppe Bavuso, con estructura de aluminio negro y sobre de cristal transparente.

Hablemos de materiales para la mesa de comedor

Por otro lado, si hay niños en casa quizá las mesas de cristal con esquinas no sean la mejor opción tanto por el material algo delicado como por la posibilidad de sufrir los consecuentes chichones.

Las mesas rectangulares son espaciosas, prácticas y favorecen la comodidad de los comensales. Ideales para estancias alargadas, suelen asociarse al estilo clásico así que bastará con actualizar el diseño o introducir materiales como el metal para adaptarlas a los comedores modernos.

Por su parte, las mesas ovaladas son bastante similares a ellas en cuanto a características. Su principal ventaja es que las esquinas redondeadas suavizan el efecto más rígido de las líneas rectas.

Entre la rectangular y la redonda, la mesa ovalada es una opción elegante para cualquier comedor. En esta ocasión es el modelo Tulip con sobre de mármol, diseño de Eero Saarinen para Knoll.

Si no conviven demasiadas personas en la misma casa o no se cuenta con demasiado espacio, las mesas cuadradas son la mejor opción. Por otro lado, los modelos extensibles facilitan el día a día y dan buen uso cuando se necesita. Si la planta de la estancia es cuadrada lo mejor será elegir mesas cuadradas o redondas.

Por último, las mesas redondas son perfectas para transmitir sensación de amplitud visual y permiten el paso con facilidad sin necesidad de evitar las esquinas. Desde el punto de vista social, son excelentes para mantener una conversación fluida entre los distintos comensales ya que el espacio central es accesible para todos por igual.