Existe la creencia generalizada de que las casas actuales son frías y poco acogedoras. Las líneas rectas y limpias, el minimalismo, los colores blanco o gris y el pavimento de microcemento son muy elegantes pero a veces requieren de un extra para transformarse y desprender esa sensación que conocemos como calor de hogar, que nos haga exclamar aquello de: ¡qué acogedora es esta casa!

Para que puedas tener un hogar cálido y acogedor, te dejamos estos 4 consejos muy fáciles de aplicar. ¡Toma nota!

 

Alfombra salón geométrico

1. Buen uso de texturas

Una casa moderna puede ser realmente cálida aplicando una serie de trucos al alcance de todos. El primero de ellos es adquirir al menos una buena alfombra. Así, un salón impersonal se convertirá en un cálido y familiar centro de reunión, mientras que un pasillo dejará de ser un frío lugar de paso para convertirse en una extensión del resto de las estancias. En cuanto a los materiales, en invierno la lana será el idóneo para ceder el testigo al algodón o el yute en los meses más calurosos. Si no se le quiere otorgar demasiado protagonismo a la alfombra, la opción serán los tonos neutros con estampados discretos.

Aunque queramos aprovechar la luz natural al máximo, para que una casa moderna se vea acogedora debería contar con la presencia de cortinas. Decantarnos por unas ligeras, con buena caída y confeccionadas con materiales de calidad asegura unas ventanas bien vestidas y más sofisticadas. Si la luz no nos preocupa podemos elegir colores más vivos y estampados de mayor tamaño.

Cojines y mantas suaves son los mejores compañeros del sofá. Tejidos delicados de tacto agradable y texturas para huir de la monotonía y el aburrimiento son la manera más rápida y efectiva de convertir un sofá insulso en uno del que no querrás levantarte. Y sin alejarnos del sofá nos encontramos con la chimenea que, incluso apagada, transmite idea de refugio hogareño. Si decides instalar una, o simularla con ayuda de molduras, se convertirá en el punto focal de la estancia.

 

Inspiración tradicional

2. Iluminación cálida

Al caer la noche, la iluminación puede tener un gran impacto en el estado de ánimo. Es a esas horas cuando se comprueba si realmente una casa es acogedora. Refuerza los puntos de luz necesarios para que así sea. Tan importante como la lámpara es la bombilla ya que te ayudarán a crear un ambiente cálido y tenue que te ayudarán a relajarte y descansar.

Por otro lado, las velas tienen ese halo de misticismo que llenan de magia cualquier rincón, desde el salón hasta el cuarto de baño. Puedes colocar uno o dos velones grandes o hacer composiciones de varias piezas de distintos tamaños con una base de apoyo que eleve el espacio. Puede ser una pieza de cerámica en el tono de alguna de las velas o de alguna pieza de diseño del salón.

 

Las plantas también juegan un papel importante.

3. Diseño confortable

Las formas redondeadas son más amables a la vista que las líneas rectas así que agregando elementos con ese matiz conseguirás tu objetivo. Pufs, lámparas y mesas auxiliares redondas son algunos de los recursos que puedes emplear. En definitiva, muebles de líneas suaves que añadirán calidez a los espacios. 

Si además cuentas con espacio suficiente, no te olvides de crear espacios con encanto como un rincón de lectura y darle personalidad añadiendo cuadros y detalles decorativos personales.

 

THE VINYL STAND

4. Con un toque personal

Por último, una casa demasiado silenciosa no suele ser lo más acogedor. La música es la mejor compañera del día a día, y conseguirá crear un ambiente cálido y muy apetecible. Elige tus melodías, conecta varios altavoces y déjate llevar disfrutando del momento y sin salir de casa.

 

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