Ha llegado el invierno y sus correspondientes bajas temperaturas. Por eso toca pararse a reflexionar sobre cómo podemos convertir nuestros hogares en refugios cálidos y acogedores. Los cerramientos, esos guardianes de nuestro espacio, no solo son una barrera contra el frío, sino también una oportunidad para fusionar funcionalidad y diseño.

Bungalo centenario moderno interior cristaleraelegidos puede transformar la experiencia de vivir en un espacio

Búngalo centenario con un moderno interior. La cristalera elegida puede transformar la experiencia de vivir en un espacio.

Miró Rivera Architects

Los cerramientos de alta eficiencia energética que elijamos para puertas y ventanas no solo nos aislarán del frío, sino que también permitirán que la luz natural y calidez del sol inunde nuestros espacios, reduciendo así la necesidad de calefacción y, por ende, el consumo energético. De esta manera, cada rayo de sol se convierte en un aliado en nuestra lucha contra el frío y el gasto.

Elegir el diseño de los cerramientos para nuestra casa debe aunar estética y sostenibilidad. Desde elegantes marcos de madera que evocan la calidez de la naturaleza, hasta modernos perfiles de aluminio que ofrecen un toque contemporáneo, cada elección puede reflejar nuestra personalidad y valores. Además, incorporar elementos como vidrios dobles o triples no solo mejoran el aislamiento, sino que también pueden ser un guiño a un estilo de vida más consciente y responsable.

¿Qué tipo de cerramientos hay?

Cerramientos de aluminio: son ligeros, duraderos y resistentes a la corrosión. La elección de este material da como resultado un diseño moderno y elegante que requiere de poco mantenimiento y resulta ideal para grandes ventanales.

Cerramientos de madera: proporcionan un aspecto cálido y natural. Decantarse por este material es hacerlo por un aislante térmico y acústico efectivo, aunque requiere de más mantenimiento para preservar su apariencia y durabilidad.

Cerramientos de PVC: son muy eficientes energéticamente, resistentes a la humedad y no requieren mucho mantenimiento.

Cerramientos de vidrio: pueden ser fijos o móviles, y se utilizan para crear espacios luminosos y abiertos. Su principal ventaja es que permiten la entrada de luz natural y ofrecen vistas panorámicas. Hay ventanas con un solo cristal e incluso con doble o triple acristalamiento, es decir, incorporan dos o tres cristales separados entre sí por una cámara de aire (o de gas argón) y mejoran el aislamiento.

Los cerramientos de alta eficiencia energética son una barrera contra el frío

Los cerramientos de alta eficiencia energética son una barrera contra el frío.

Maxime Brouillet

Cerramientos de hierro o acero: se utilizan principalmente en diseños industriales o rústicos. Son muy resistentes y duraderos, ideales para estructuras que requieren mayor seguridad.

Cerramientos cortina: principalmente se utilizan en fachadas de los edificios comerciales y residenciales, donde el cristal se extiende desde el suelo hasta el techo. Proporcionan una estética moderna y permiten una gran entrada de luz.

Cerramientos de policarbonato: este material plástico es ligero y resistente a impactos. Su resistencia a la intemperie y a los rayos UV asegura una larga vida útil y mantenimiento mínimo. Además, estos modelos ofrecen buena transmisión de luz y son ideales para invernaderos o terrazas.

Cerramientos deslizantes: configuran sistemas que permiten abrir y cerrar espacios de manera fácil y rápida. Son ideales cuando se busca conectar interiores con exteriores, maximizando el espacio y la luz.

Pero el diseño no se detiene en la elección de materiales. La disposición de los cerramientos elegidos puede transformar la experiencia de vivir en un espacio. Por ejemplo, un balcón cerrado puede convertirse en un invernadero donde las plantas puedan florecer incluso en invierno, mientras que una terraza cubierta invita a disfrutar de momentos al aire libre, sin importar la temperatura del exterior. Cada cerramiento es una oportunidad para crear un ambiente que usar dentro de nuestra vivienda, incluso en los días más fríos.