Todas las ciudades guardan secretos y Barcelona es una de ellas. Con sus calles tan diversas como históricas, las fachadas y recovecos esconden viviendas que son verdaderas obras de arte. Así sucede con este piso reformado por MH.AP. Studio, conformado por los arquitectos Marina Huget y Andrés Peñuela. Con ayuda de THK Construcciones, el equipo dio una nueva vida al hogar de Silvia y Diego, los propietarios.
La vivienda se ubica en una típica esquina en chaflán del Eixample. Dado que la construcción es antigua, los arquitectos se dedicaron a transformar los espacios estrechos y segmentados en zonas de estar abiertas e interconectadas. Toda la reforma se orientó a crear un entorno cómodo, luminoso y apto para una vida diaria serena y sin obstáculos espaciales.
La cocina en el corazón de la reforma
En primer lugar, "para optimizar la circulación y aumentar la luz natural, acortamos el pasillo y añadimos nuevas funcionalidades, integrándolo con el resto del piso", comentan desde MH.AP. Para conseguirlo, tuvieron que derribar y quitar cuatro paredes, de manera que se ubicó a la cocina en el centro de toda la distribución. Así, se diseñaron zonas mucho más amplias y espacios diáfanos. Tal y como sucede con otras cocinas modernas, esta se convirtió en el corazón de la reforma y a partir de allí nació el resto de la distribución.
"Las paredes y armarios de madera de la cocina acentúan su doble papel como espacio de transición y funcional. Gracias a estas modificaciones, tanto las habitaciones interiores como las exteriores resultan más espaciosas y luminosas", señalan desde el estudio.
En efecto, la cocina disfruta de un almacenamiento privilegiado gracias a los armarios hechos a medida y la luminaria interior. La calidez está presente en cada una de las decisiones de la reforma, por eso la madera se escogió como uno de los materiales nucleares de la casa. En contraste, las encimeras y revestimientos de mármol en tonos beige generan un equilibrio que aporta elegancia y robustez al conjunto.
Una distribución en forma de abanico
Para una reforma exitosa y respetuosa, el equipo acogió la distribución histórica en forma de abanico de la vivienda. La casa ostenta un maravilloso techo ornamentado con molduras y un suelo con baldosas de mosaico Nolla. Todos son detalles de toques clásicos y modernistas que evocan ese aire nostálgico e interesante del pasado.
Pasado y presente dialogan
En el dormitorio también vemos estos retoques modernos, incluso zen. Esta tendencia se debe principalmente al uso de la madera: revestimientos estriados, un cabecero multifuncional y arrimaderos elegantes, todos en este material noble. Sin duda, es el acompañante perfecto para complementar a los detalles históricos como el suelo de baldosas y el techo blanco.
"Al introducir nuevos colores y formas, establecimos un diálogo entre el pasado y el presente", afirman los arquitectos. "La nueva topografía del techo unifica diferentes alturas, adaptándose a las ventanas y organizando nuevos elementos", indican.
A pesar de conservar al máximo estos detalles tan interesantes como antiguos, el proyecto supuso la restauración de todas las puertas y ventanas originales. De esta manera, se logró una vivienda segura, más eficiente y con mejor circulación de la luz a través de las estancias.
Por último, cabe destacar que la habitación goza de ciertos detalles que le dan carácter y personalidad propia. Por ejemplo, estos apliques con vetas naturales. Similares a pequeñas lunas, aportan luz tenue y relajante, perfecta para leer antes de dormir.
Un baño lleno de vida
El baño es otra de las sorpresas que guarda la vivienda. En este cuarto, se aprovechó la geometría del espejo, las líneas limpias de las baldas y muebles y el contraste de colores. Si en el resto de la casa prima el azul oscuro, esta zona respira vitalidad y claridad. Algo esencial, considerando que es el área que recibe menos luz natural. "El juego de formas geométricas y colores audaces pretende realzar las cualidades espaciales existentes", concluye el equipo de MH.AP. Studio.