"En este interior, buscamos crear un diálogo entre culturas y épocas, y al mismo tiempo dar forma a un espacio acogedor, elegante y delicado", explican los autores del proyecto, los interioristas Lena Solovieva e Ilya Klimov, de Art Bureau 1/1.+
Debido a su profesión, el propietario de este piso se muda con frecuencia junto a su familia y ha vivido en distintos países. Para él, Moscú debía ser algo más que un simple lugar de residencia: soñaba con un verdadero hogar. Le gusta pasar tiempo con los suyos, ya sea cocinando o jugando a juegos de mesa. Apasionado de la música contemporánea, lleva un estilo de vida activo y es un viajero habitual.
El vínculo cultural entre Rusia y Francia también tenía un significado especial. Su bisabuela, de origen ruso, emigró a Francia a principios del siglo XX. Desde entonces, la familia ha mantenido viva la tradición de dar a los niños nombres rusos, hacerles estudiar el idioma y que se sumerjan en la cultura del país.
Como resultado, esta vivienda consigue armonizar dos mundos. Por un lado, responde a todas las necesidades de un hogar contemporáneo: los sistemas técnicos y la iluminación arquitectónica se han planificado cuidadosamente. Por otro, invita a una experiencia sensorial a través de una atmósfera serena; materiales con una gran esencia táctil, y una estética delicada, donde cada detalle ha sido pensado para transmitir calidez sin recurrir a excesos decorativos.