Las fincas del siglo pasado o más antiguas todavía a menudo llaman la atención de las mentes sensibles. En vez de una obra nueva, prefieren estos edificios o casas con pasado, o sea, con alma. Este tipo de construcciones vienen con una serie de códigos que no siempre es posible conservar. Pero vale la pena intentarlo, sobre todo si el resultado es tan espectacular como el de los siguientes ejemplares. 

Techos con las vigas a la vista, paredes con molduras o suelos de azulejos pueden dar carácter a la casa. Pueden convertirla en un hogar. En un refugio. Pero es necesario darle un toque contemporáneo si no queremos que la nostalgia nos abrume. Te presentamos 7 casas de antes con reformas de ahora. Pisos familiares o segundas residencias que se han adaptado a los nuevos tiempos sin perder personalidad.