Un piso de 29 m2 en bruto, como una "caja blanca" fue el punto de partida para esta reforma llevada a cabo por la diseñadora Ekaterina Loskutova en Moscú. "El cliente es un joven universitario que solo tenía un deseo: tener una cama grande. Cuando llegué a fotografiar el interior que me di cuenta de que en realidad quería una cama abatible con un espacio de almacenamiento para colocar bellamente las numerosas bambas en las cajas Yeezy que colecciona", explica la diseñadora.
Consultando a la madre del universitario, Loskutova cumplió otro de sus sueños creando un baño espacioso. Dos deseos que se integran en una transformación radical de los espacios en la que prima el estilo minimalista y muy funcional, con toques muy sensoriales y llenos de emoción.
"Mi objetivo era hacer el espacio que no fuera solo cómodo y funcional, sino que también provocara sensaciones y emociones agradables. La base fue el concepto está inspirada en el interior de un yate de lujo, pero con un estilo más juvenil", explica la interiorista. "Los colores del mar, mucha luz, la imitación de las ondulaciones del agua en las fachadas de los muebles, las formas redondeadas, los materiales naturales, todos juntos, bañados por los rayos del sol que pasan a través de las particiones y las persianas, crean una atmósfera relajada", añade.