La omnipresencia e hiperactividad de Zaha Hadid sigue proyectándose todavía después de su fallecimiento en marzo de 2016. Tras el reciente lanzamiento de una colección de baño para Porcelanosa y de la presentación de su colección de objetos decorativos en la última edición de la feria Maison & Object de París, le toca el turno ahora a un proyecto arquitectónico, la nueva sede de la autoridad portuaria de Amberes, ciudad belga que concentra el 26% del tráfico de contenedores en Europa.
Fiel al estilo rompedor de la arquitecta anglo-iraquí, el proyecto no pasa desapercibido, con su aspecto de nave futurista que parece levitar sobre un edificio decimonónico, una antigua estación de bomberos que ha sido rehabilitada e incorporada al proyecto. Si acaso la novedad radica en que, a diferencia de las formas sinuosas y orgánicas que solían caracterizar sus construcciones, en este caso se trata de una figura poliédrica sustentada sobre una imponente estructura de hormigón. La forma evoca el casco de un barco con la proa apuntando hacia el estuario del río Escalda, mientras que la piel facetada de cristal emula la superficie de un diamante, una alusión al comercio de esta piedra preciosa por la que también es conocida Amberes.
Para el director del puerto de Amberes, Marc Van Peel, "el estilo arquitectónico del edificio original, una réplica de la antigua casa de la Hansa, recuerda el siglo XVI, el "siglo de oro" de Amberes. La estructura de cristal que ahora hay encima representa una nueva época dorada para la ciudad".
Las piezas triangulares de cristal que componen la fachada producen los mismos efectos de reflejos que la superficie del mar. Se han combinado piezas transparentes y opacas para asegurar la suficiente entrada de luz natural a la vez que se controla la insolación para garantizar unas condiciones de trabajo en el interior óptimas. La eficiencia energética conseguida con este diseño le ha valido la calificación medioambiental "muy buena" según el estándar BREEAM.