Renovar las ventanas u optar por una iluminación más eficiente son dos reformas habituales enfocadas a ahorrar energía y abaratar la factura energética. Seguramente, el ahorro sea la razón principal por la que la construcción de casas sostenibles está creciendo o por la que nos lanzamos a realizar reformas 'sostenibles'.
En todo caso, no debemos perder de vista que hay opciones que consiguen que nuestra vivienda sea además más saludable, como usar pinturas ecológicas u optar por un jardín cuyas especies sean adecuadas al clima en el que vivimos, por ejemplo. En este artículo vamos a repasar algunas reformas relativamente importantes que podemos hacer en casa, pero también pequeños cambios para disfrutar de un hogar más sostenible y eco-friendly.
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En primer lugar, ¿qué es una reforma sostenible?
Fundamentalmente, una reforma ecológica es aquella en la que recurriendo a materiales reciclados, o implementado técnicas, soluciones, tecnología o sistemas que nos ayuden a ahorrar energía, se reduce el impacto ambiental al tiempo que se mejora la vivienda en lo funcional y lo estético. Algunas reformas de este tipo pasan por instalar paneles solares, mejorar el aislamiento, colocar sensores de movimiento para que la luz se encienda solo cuando sea necesario o usar materiales reciclados. Además de respetar el medioambiente y apostar por la sostenibilidad, una reforma sostenible mejorará el confort de la vivienda y la revalorizará.
¿Qué materiales son los mejores para una reforma sostenible?
Lo primero es aprovechar aquello que ya hay cuando sea posible. Sobre materiales sostenibles, merecen una mención el hempcrete (hormigón de cáñamo): una mezcla a base de fibras de cáñamo y cal con excelentes propiedades aislantes; el bambú (sostenible debido a su rápido crecimiento) o las maderas con certificación FSC, que se obtienen de manera sostenible. Además, las pinturas ecológicas, que son aquellas que no tienen compuestos orgánicos volátiles (COV), y que, por lo tanto, no emiten sustancias tóxicas, son también recomendables en reformas 'eco'.
Paneles solares y biomasa: elige energías renovables
Instalar unos paneles solares es buena idea, pero la inversión inicial es fuerte (puede rondar los 10.000 € para una vivienda con un consumo medio). Los paneles solares son una fantástica opción para complementar otro tipo de soluciones ecológicas, como puede ser la instalación de calderas de biomasa, las que usan pellets, que reducen la emisión de CO₂, o también soluciones como la aerotermia.
Un correcto aislamiento hará que tu casa sea más sostenible
Las ventanas son, seguramente, la reforma más efectiva a la hora de conseguir aislar térmica y acústicamente el hogar. Para un piso de tres habitaciones y alrededor de 90 metros cuadrados, la inversión estará alrededor de los 10.000 €, pero el ahorro en la factura de gas rondará el 40 %. En general, conviene aislar la vivienda por el exterior mediante un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE). De esta manera se eliminan los puentes térmicos y se reduce la pérdida de calor hasta en un 25 %. Otra ventaja es que no se necesitan obras ni se pierden metros cuadrados.
Pequeñas reformas y cambios sostenibles para disfrutar de un hogar 'eco-friendly'
Temporizadores y sensores de movimiento, termostatos que regulan la temperatura, inodoros de doble descarga, aireadores en los grifos, iluminación led: todos estos pequeños cambios o reformas sostenibles consiguen ahorros importantes, evitando desperdiciar en el consumo de luz y agua. Las bombillas led, por ejemplo, tienen una vida útil más larga que las tradicionales y consumen hasta un 75 % menos de energía. Lo mismo sucede con los aireadores, que, sin reducir la presión, sí consiguen que el consumo de agua sea menor. Por otro lado, también podemos recurrir al uso de electrodomésticos eficientes, etiquetados con la letra A (la antigua A+++).
En el jardín, plantas autóctonas para ahorrar agua
Un jardín ecológico es aquel que cuenta con especies autóctonas, que son las que mejor se adaptan al clima del lugar en el que esté el jardín y que, además, necesitan menos agua para sobrevivir. Por ejemplo, en el centro de la península, de clima continental (veranos calurosos e inviernos fríos y pocas precipitaciones), convendrá evitar el césped y recurrir a plantas como la salvia, la jara o la lavanda, y arbustos como la abelia, entre otros.