Redescubriendo la esencia de La Laboral: así se ha modernizado el café, el bar y la terraza de este edificio emblemático en Gijón

Ubicado en el corazón de Gijón, el edificio de la Universidad Laboral, más que un simple edificio; es un emblema de la arquitectura del siglo XX en España. Con sus 270.000 metros cuadrados, es el edificio civil más grande del país, y desde 2016 ostenta la distinción de Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.

Este coloso de piedra y ladrillo, que se erige como un testigo mudo de la historia reciente de Asturias, ha vivido recientemente una actualización de la mano de Estudio Currás, encabezado por la arquitecta Paula Currás. La intervención se centra en revitalizar tres espacios fundamentales: el café, el bar/restaurante y la terraza. Cada uno de ellos ha sido reimaginado para recuperar la esencia de la Laboral mirando siempre al futuro pero sin perder de vista su pasado. 

 

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La Laboral Cafe

El proyecto de renovación de la cafetería, bar y terraza se enmarca en una lógica de recuperación y respeto por el patrimonio. Tras años de cierre, estos espacios necesitaban no solo una actualización funcional, sino una revalorización que estuviera a la altura de la historia y la arquitectura del edificio. "Nuestra propuesta radica en recuperar la esencia de la época en la que la Universidad Laboral floreció, rescatando el diseño midcentury, a través de la preservación, reutilización y actualización de lo preexistente", explica Paula Currás. Este enfoque, que combina la sensibilidad histórica con las exigencias contemporáneas, es el hilo conductor que vertebra toda la intervención.

 

Escalera helicoidal del Café de La Laboral

En la cafetería, se ha llevado a cabo una intervención que destaca por su respeto hacia la arquitectura original y su capacidad para poner en valor elementos únicos que habían quedado en el olvido. Un ejemplo claro de esta filosofía es la restauración de la escalera helicoidal, una pieza central que ahora, liberada del muro de ladrillo original, se erige como un elemento escultórico que conecta visualmente con el paraninfo. Este elemento ha sido reformado para recuperar su protagonismo y ligereza, convirtiéndose en uno de los puntos focales del espacio.

 

 

La iluminación, diseñada con un enfoque cálido y acogedor, juega un papel fundamental al resaltar los volúmenes y detalles arquitectónicos del espacio. Los frescos de Francisco Arias, la barra monumental y el casetonado del techo son ahora los verdaderos protagonistas, realzados por luminarias decorativas seleccionadas con exquisito cuidado, como las de Louis Poulsen y Alvar Aalto para Artek, que añaden un toque de sofisticación al ambiente.

 

la barra monumental y el casetonado del techo son ahora los verdaderos protagonistas. 

Uno de los desafíos técnicos más significativos que enfrentó el equipo fue lograr un confort acústico en un espacio de dimensiones tan generosas y con una altura imponente. La solución vino de la mano de revestimientos fonoabsorbentes y textiles, realizados a partir de materiales reciclados, que no solo cumplen una función técnica, sino que también añaden una capa estética al conjunto.

"La conjugación de diseño y coherencia con un carácter reversible ha sido clave para vestir el espacio, siempre con el respeto a la historia que nos rodea", subraya Currás. Esta integración de tecnología y diseño sostenible es un ejemplo perfecto de cómo la intervención respeta el pasado mientras se adapta a las necesidades del presente.

 

El cuidado por los detalles se extiende también al mobiliario, con la restauración de las piezas originales diseñadas por Aurelio Biosca en los años cincuenta. Estas piezas, que incluyen sillas, mesas y otros elementos del comedor y la cafetería, han sido restauradas para devolverles su esplendor original, recuperando los tonos burdeos que dominaban la paleta cromática de la época.

 

Además, el Estudio Currás ha querido rendir homenaje a elementos desaparecidos, como el plafón en forma de caballito de mar, recreando una versión moderna que preside el espacio principal del café, en un guiño sutil al pasado.

 

 

En el bar/restaurante, ubicado en el semisótano, la intervención ha seguido una línea similar, aunque con una personalidad propia. Aquí, la reforma ha sido casi íntegra, manteniendo solo los elementos más emblemáticos, como los suelos, la barra y parte del mobiliario, pero dotándolos de una nueva identidad.

 

Inspirado en los speakeasies de los años 50, este espacio adopta un estilo midcentury que dialoga con la estética de la cafetería, pero con un carácter más íntimo y reservado. La flexibilidad en la configuración de la planta, con reservados que invitan a la privacidad, permite que el espacio se adapte a diferentes usos, desde cenas privadas hasta reuniones más informales.

 

La decoración, aunque contemporánea, está profundamente arraigada en la esencia funcional y austera de la Universidad Laboral. 

 

 

El tercer espacio intervenido, la terraza, es quizás el más emblemático en cuanto a su conexión con el entorno natural y arquitectónico de la Universidad Laboral. Situada en el patio dórico, la terraza ha sido diseñada pensando en su uso durante todo el año, pensándose como un espacio multifuncional que alberga conciertos, actuaciones y festivales. "La integración en el entorno ha sido clave para diseñar un espacio que no solo sea estéticamente agradable, sino que también ofrezca una experiencia confortable en cada estación", comenta Currás.

 

La terraza de Patioh!

Los soportales adyacentes, con sus vistas a los jardines, se integran perfectamente en esta propuesta, ofreciendo un marco incomparable para disfrutar del aire libre en un entorno histórico.

 

Foto antigua del Café de La Loboral

 

La intervención ha conseguido devolver la vida a estos espacios con un profundo respeto por la historia y la arquitectura. "Hemos buscado un balance entre el legado protegido y lo contemporáneo, integrando pequeños guiños a elementos desaparecidos", concluye Paula Currás. El resultado es un diálogo constante entre pasado y presente, que permite a los visitantes redescubrir y disfrutar de un patrimonio tan valioso como el de este emblemático edificio asturiano.