10 patios que te dan la vida
El tradicional espacio interior se ha desarrollado en múltiples variantes por todo el mundo, cada cual más ingeniosa
El corazón íntimo de la casa
El estudio FIGR Architecture & Design actualiza la casa patio australiana con una mayor conexión entre los espacios al aire libre y de interior. El patio central es el corazón de la casa, oculto de las viviendas vecinas y al mismo tiempo revelando las copas de los árboles circundantes. Este refugio de tranquilidad establece una íntima conexión con los espacios interiores, que se revelan desde varios ángulos.
Relax entre dunas
Diseñada en una sola planta por Pedro Ferreira, Casa do Pego se alza sobre discretos pilares entre las dunas de Comporta (Portugal). Es una arquitectura muy limpia en la que el hormigón, la madera de pino y los grandes ventanales conviven en perfecta sintonía con el paisaje. Dispone de un patio interior con un suelo de tablas de madera de pino para disfrutar con total intimidad de las vacaciones. El sistema de contraventanas correderas lo abre o cierra a la casa a placer.
Dos deliciosas esquinas
Los diferentes ángulos del techo de esta casa diseñada por Sigurd Larsen en Copenhagen (Dinamarca) buscan aprovechar al máximo la luz natural al tiempo que ofrecen espacios de privacidad dentro. Unos de esos rincones especiales y al margen son los dos patios de las esquinas, donde sus propietarios lo mismo salen a comer en cuanto el tiempo lo permite que recostarse en una tumbona a leer.
Ríete del calor
Todo empezó con una pregunta: ¿podéis hacer un espacio exterior para usarlo los 365 días del año? En un clima templado como el que tenemos en España parece bastante sencillo, pero en un clima extremo como el de Kuwait hacía falta pensar en estrategias nuevas, de modo que desde el estudio español AGi architects preguntaron al cliente: ¿Puedes vivir en un espacio exterior situado a distintos niveles? ¿Puedes diferenciar tus actividades exteriores entre nocturnas y diurnas, veraniegas e invernales? Se estratificaron los usos exteriores en función del periodo del año y las horas del día en los que se desarrollarían, diseñando, en consecuencia, tres jardines, dos de los cuales son patios interiores provistos de piscina.
Un oasis urbano en México DF
El punto de partida del hotel Carlota, en México DF, fue un trabajo de arqueología urbana. Este edificio de Colonia Cuauhtémoc albergó Hotel Jardín Amazonas, cuyo epicentro era su patio, ahora recuperado. El estudio JSa hizo que todo esté conectado: piscina, tienda, galería, restaurante… Son espacios integrados el uno con el otro, sin barreras entre ellos, con soluciones tan ingeniosas como que el suelo y el techo del restaurante replican el color del agua de la piscina. Alrededor queda expuesta la masa de hormigón con la que está hecho el edificio e incluso la pared de ladrillos del inmueble contiguo, recubierto con mucha originalidad con tubos fluorescentes.
Vive y trabaja armónicamente
Esta casa y oficina para una joven pareja en Buenos Aires, obra del estudio de Ana Rascovsky, disfruta del exterior de cinco modos distintos, con un patio lateral que es casi una prolongación del interior de la casa, con un patio al fondo, con un patio de entrada, con una fuente, con una terraza de acceso al estudio y con una gran azotea verde con pérgola y parrilla. El cuidado del espacio exterior es el mismo que el del interior, pues se le da un uso intensivo en diferentes momentos del día y de la semana.
Un chorro de luz
Casas Luz, en Cilleros (Cáceres) fue el proyecto que dio a conocer el magnífico trabajo de Arquitectura G, más aún tras recibir en 2015, por esta obra, el Premio Mies van der Rohe al Arquitecto Emergente. Este y otros galardones han estado más que justificados por la meticulosa rehabilitación de una casa medio en ruinas con el menor coste posible y con las soluciones más inteligentes, desde los revestimientos de cerámica en suelo y techos hasta ese patio vertebrador que preside un abedul.
Un patio para la contemplación
El estudio Atelier Deshaus diseñó una casa de té de acero y cristal al fondo de una vivienda en Shangai (China) dejando un patio en medio que sirve igualmente para la meditación. Esta nueva estructura parece levitar sobre el jardín, transmitiendo así una mayor sensación de "elevación".
Idílico refugio de piratas
El hotel Masseria Moroseta se construyó en el tacón de Italia a semejanza de las tradicionales casas fortificadas de la zona. Su planta pivota entorno a un patio central en torno al cual se distribuyen salón, una terraza ante el Adriático, una elegante escalera a la azotea, y las seis habitaciones. Tres de ellas disfrutan de un jardín privado, y la otra mitad quedan coronadas por terrazas con vistas privilegiadas a los campos de olivos. La piedra, la cal o los techos abovedados para resistir de forma natural al calor se han aplicado exactamente como entre los siglos XVI y XIX se construían las masserias, que se fortificaban para defenderse de los ataques de los piratas ingleses y berberiscos, grandes aliados en el Mediterráneo.
Una casa muy transparente
El vidrio y el metal estructuran esta casa de cuatro patios en México, diseñada por Andrés Stebelski. Situada en el casco histórico del antiguo pueblo de Tacubaya, en México, en el lugar existía antes una pequeña vecindad muy deteriorada, lo que obligó a demoler un edificio previo y a construir un muro perimetral de seis metros de altura para aislar la nueva casa de su entorno. De vistas a la calle, este muro es una discreta fachada que respeta la altura de las construcciones vecinas y la armonía del vecindario. En planta, la casa se lee como un tablero de ajedrez, intercalando volúmenes sólidos y patios, pero al ser totalmente de vidrio, el límite entre dentro y fuera resulta intrascendente.