La compra a granel, sin envases y al peso, nos lleva al mundo feliz, a veces idealizado, en el que vivían nuestros antepasados y en el que el problema de los residuos, producidos por los envases de usar y tirar, no existía. En los últimos años, la conciencia ambiental y, por qué no, una cierta añoranza por lo antiguo, también en la manera de comprar, ha llevado al resurgir de la venta a granel más allá de frutas y verduras.
Así pues, en los próximos años vamos a vivir de manera muy activa la convivencia de diferentes maneras de afrontar la problemática de los plásticos de un solo uso. Podremos ver el avance de modelos tradicionales de compra a granel, muy dirigido a personas con una fuerte carga de activismo ambiental y que abogan por un cambio del estilo de vida, junto con otros modelos con vocación de mayorías en los que el sistema de marcas convencional evoluciona hacia un replanteamiento a base de envases rellenables/ retornables, los cuales mantienen la lógica del mercado actual, pero evitando el desastre del usar y tirar propio de los envases convencionales.
Facilitar el retorno
El proyecto Loop está aglutinando a las primeras marcas de gran consumo en una experiencia piloto en la que desaparece la idea de envase de un solo uso y es sustituida por unos contenedores de alta calidad que pueden reutilizarse una y mil veces sin perder propiedades y expresando la imagen de marca en todo su esplendor. Junto a un diseño impecable, la iniciativa conlleva una propuesta logística exclusiva que hace posible garantizar el suministro y todo el proceso de retorno de los envases sin que suponga una carga de esfuerzo para el usuario.
Para la compra de frutas y verduras, cuya distribución es más común en formatos a granel, la lacra de las bolsas continúa presente y la dinámica de hacerlas de plásticos compostables no es una solución al problema, como tampoco lo son las bolsas de papel, con una usabilidad muy deficiente.
En cambio, alternativas en malla como las que ofrecen en BitsyBags son la mejor opción tanto para reducir los residuos como por funcionalidad y comodidad. Al estar diseñadas en malla, los vegetales pueden airearse, lo que mejora su conservación, además de que, al contener menos material, es más fácil plegarlas y guardarlas en el bolso para tenerlas a mano cuando sea necesario.
Adaptarse a los tiempos
Aspectos tan establecidos y difíciles de revertir por la inercia de la industria alimentaria y del consumo como el acceso al producto a través de supermercados y grandes superficies es uno de los grandes hándicaps para la desmaterialización de los envases y los graves problemas de residuos asociados. Así como los envases son importantísimos para garantizar la conservación de los alimentos y productos, también lo son para comunicar la identidad de sus productores y diferenciarse en el lineal del supermercado, por lo que la imagen de marca, relegada en los modelos tradicionales de granel, es a la postre un freno importantísimo para la extensión a gran escala de este formato de venta.
Otro quebradero de cabeza en la prevención de residuos de envases es el take away. Un servicio imprescindible en tiempos de restricciones en la hostelería y una opción necesaria para muchos trabajadores con poco tiempo para dedicar al momento de la comida. La iniciativa Bumerang bebe de las enseñanzas del granel y el envase retornable, conjugada con la inteligencia artificial y las redes de colaboración para proponer un take away sin residuos y con una mejor experiencia de uso.
Diversas opciones ajustadas a los más comprometidos, a los románticos, a los no adscritos y a todos. Porque la sostenibilidad y la prevención de residuos es cosa de todos, y con diseño es más fácil.
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