El gusto por la vida al exterior es algo que se lleva impregnado en la piel y no entiende ni de relojes ni calendarios. Ese espíritu libre mediterráneo se desprende en cada una de las piezas diseñadas por Gandiablasco, una firma cuya trayectoria ha sido definida precisamente por esa pasión por innovar en pro de los espacios para el bienestar compartido bajo el cielo.
En la costa noreste de la Isla Norte de Nueva Zelanda, se halla un paraíso perdido en plena naturaleza subtropical. El multipremiado resort Eagles Nest integra seis lujosas villas que yacen en una isla sobre un puerto de gran belleza e importancia histórica. Este maravilloso enclave sobre las colinas neozelandesas se conecta con el exterior también desde los espacios interiores, de estilo contemporáneo y abocados al paisaje a través de amplios ventanales acristalados con vistas a la bahía.
Las villas, equipadas con los muebles de diseño Na Xemena, ofrecen su propio horizonte privado con piscina infinita e inmensos jardines. De nuevo, los daybeds Chill de José A. Gandía-Blasco Canales y la luz ambiental de Faroles, del mismo diseñador para la marca Diabla, crean el entorno idóneo donde tumbarse y disfrutar a orillas de las aguas turquesa. Todos los elementos que aquí se encuentran destacan por sus acabados en blanco y anodizado y sus líneas limpias evocando la arquitectura del resort. Gandiablasco encuentra en Eagles Nest una puesta en escena privilegiada para su concepto de habitar, desde la intimidad y el bienestar, la más genuina experiencia outdoor.
El porche del proyecto residencial The Sunset House en Vancouver, concebido por la firma de arquitectura Mcleod Bovell, representa la esencia de Gandiablasco. La construcción da forma a amplios espacios abiertos al exterior cuidadosamente tallados que sugieren la sensación de vivir dentro de una cueva ingeniosamente abierta hacia fuera.
Las generosas camas reclinables de la serie Chill protagonizan la idílica atalaya asomada al puerto del Este de Vancouver y erigida por encima de una piscina con una caída de 12 metros. Un espacio único que se alza en el bosque de espléndidos pinos y cedros al borde del estrecho de Georgia.
Gandiablasco se adentra en este exclusivo refugio aportando el máximo confort y versatilidad y creando el ambiente idóneo donde disfrutar de la belleza natural del lugar. La alta calidad de los materiales que conforman la estructura y cuerpo de Chill –el aluminio termolacado en color blanco y los textiles de exterior en tono Soft Solids carbon– es el sello distintivo de estas camas de exterior de diseño arquitectónico que dialogan en armonía con la arquitectura contemporánea de la vivienda.
Viviendas, villas, restaurantes y hoteles evolucionan y se transforman para dar paso a nuevas formas de habitar en las que interior y exterior dejan de ser antónimos para fundirse en experiencias, usos y momentos durante las 24 horas, los 365 días del año, en los cuatro puntos cardinales.
Los interiores más abiertos y los porches y las terrazas más apetecibles de Gandiablasco destacan sin perder un ápice de calidez e intimidad. Ambientes íntimos, esenciales y durables que hablan el lenguaje universal del disfrute al aire libre.