Nueva York es una ciudad fascinante, sí. Sin embargo, quienes han tenido la oportunidad de vivir ahí una temporada buscan y aprecian mejor que nadie aquellos espacios cálidos que les hacen sentir como en casa y, además, les ayudan a sobrellevar el vertiginoso ritmo de vida que impera en sus calles los siete días de la semana. Ese es uno de los motivos por los que Le Jardinier, el nuevo restaurante de Alain Verzeroli, está dando tanto de qué hablar desde que abriera sus puertas hace pocas semanas.
El establecimiento, ubicado en el 610 de Lexington Avenue, en la planta baja de la delgada torre residencial que Norman Foster levantó en la calle 53, ha sido diseñado por el parisino Joseph Dirand. Su interior está repleto de elementos de sobrada elegancia e inspiración Art decó: sin ir más lejos, paredes y techos de mármol de Ayers Green, banquetas tapizadas de terciopelo, sillas de Gallotti & Radice o lámparas de techo diseñadas por Philippe Anthonioz.
Su conjunto, con el verde como principal protagonista, apela a una carta en la que predominan los vegetales. Lujo y sencillez al servicio de los neoyorquinos, quienes han recibido con los brazos abiertos este nuevo hotspot gastronómico que tendrá en breve continuidad, ya que el chef Verzeroli está a punto de abrir un nuevo local en la ciudad de los rascacielos también diseñado por Dirand.