Muebles modernos, iconos del diseño, que fueron diseñados por mujeres

Butaca Basket, de Nanna Ditzel

Nacida en Copenhague, Nanna Ditzel se formó como ebanista, una profesión respetada en Dinamarca, pero en gran medida de dominio masculino. A pesar de sus antecedentes en ebanistería su mobiliario incluye la utilización de piezas de mimbre, fibra de vidrio, espuma de caucho y textiles. Su butaca Basket diseñada en los años 50, diseñada en estructura en madera de roble, sigue editándose por Kettal, en trenzado a mano con mimbre.

Lámpara Tatou, de Patricia Urquiola

Todo lo que toca se convierte en éxito. Su acercamiento al diseño ha removido la forma de entender el acto de sentarse, de trabajar, de iluminar y hasta de viajar. Patricia Urquiola es una diseñadora 360 que trabaja en todas las escalas con la circularidad y la armonía como guías.

Su producción refleja su infinita capacidad de trabajo y su carácter intenso: oficinas, hoteles, tiendas, mobiliario, objetos de todo tipo y la dirección creativa para dos grandes como Cassina y Haworth. Entre sus muchos objetos diseñados destinados a convertirse en clásicos están las lámparas Tatou para Flos, inspiradas en las antiguas armaduras japonesas clásicas que la asturiana ha convertido en un modelo de resistencia y fuerza, pero también de dinamismo, ligereza y flexibilidad.

Alfombras Medina, Nani Marquina

Tras estudiar diseño industrial en la Escuela Massana de Barcelona y comprobar el éxito que despertaban sus primeros diseños textiles realizados por encargo, Nani Marquina se embarcó en la, por aquel entonces, desconocida carrera de diseñadora industrial. En 1987 creó su propia empresa, nanimarquina, dedicada al diseño, edición y distribución de alfombras y artículos textiles para el hogar.

Su prolífica creatividad ha generado diseños como los de la colección Medina, que representa la transformación de tradición en contemporaneidad. Su esencia clásica se consigue gracias a su producción artesanal en el norte de Pakistán mediante la técnica antigua y tradicional del kilim.

Sofá Stringa, de Gae Aulenti

Graduada en Arquitectura en 1954, fue una de las dos únicas mujeres de una promoción de 20 estudiantes. Gae Aulenti es la artífice de la metamorfosis de una estación de tren de 1900 en el actual Museo de Orsay, su proyecto más conocido. Pertenecía al movimiento posmoderno y también es autora de algunos de los iconos de la industria del diseño made in Italy, como su sofá Stringa, con una estructura formada por un marco tubular cromado que sostiene los asientos de cuero. Los cojines de cuero se sujetan con correas de cuero sobre el marco.

Jarrón Bölgeblick, de Aino Aalto

Aunque vivió a la sombra de su marido, Alvar Aalto, luchó por hacerse un hueco en la industria. La pareja fundó en 1935 Artek, una firma dedicada a la creación de accesorios de iluminación y mobiliario, en los que combinaban arte y técnica. Aino fue primero directora creativa de la compañía y a partir de 1941 su directora general hasta su muerte en 1949. Fue ella quien sentó las bases para la estética de Artek, que combinó la idea modernista de una forma clara con una sencilla ornamentación de la superficie. Entre otras piezas, diseñó los taburetes apilables y la cama de tubo de acero para Paimio, la lámpara del comedor y la tumbona de la villa Mairea y creó el vistoso estampado de cebra del sillón Tanque. También firmó las series de cristal Bölgeblick y Maija.

Mesa E 1027, de Eileen Grey

Nacida en Irlanda en 1878 fue una de las primeras mujeres reconocidas internacionalmente en la actividad del diseño industrial. Sus muebles de acero tubular fueron revolucionarios en su día y se aceptan ahora como clásicos. La carrera de Eileen Grey culminó en 1972 con su nombramiento por la Royal Society of Art de Londres como Diseñador Real para la Industria y su legendaria Mesa E 1027 de acero tubular y cristal ha sido añadida a la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 1978.

Taburete Hairpin, de Florence Knoll

Creadora del mueble moderno y del sentido de la planificación abierta en el ambiente de trabajo, suya es la célebre frase "Good design is good business" (el buen diseño es un buen negocio) que tan acertada fue para la firma Knoll Associates Inc. a la que se dedicó en cuerpo y alma hasta 1965. Muchos de sus diseños se han convertido en icono, como el taburete apilable Hairpin, de tres patas metálicas.

Uten.Silo, de Dorothee Becker

Filóloga de formación y diseñadora de profesión, consciente de que el orden genera armonía y paz, la diseñadora creó en 1969 un elemento ya mítico destinado a tal fin fabricado con un molde de plástico, material preferido en la época. Se llama Uten.Silo, lo edita Vitra y ayuda a tener en pequeños objetos en su sitio. Sirve para en oficinas, cocinas, talleres, baños y habitaciones infantiles y está disponible en dos tamaños y tres colores: blanco, rojo o negro. La diseñadora se inspiró en los momentos que siendo niña, pasó en la farmacia de su padre y una tienda de fotografía.

Wire Mesh Chair, de Ray Eames

La norteamericana tuvo que luchar contra una educación ultraprotectora y contra una sociedad machista que reservaba a la mujer el papel de buena esposa. Aun así logró desarrollar un gran talento para las artes y la decoración, y en 1933 tenía claro que quería explorar su capacidad artística y para el diseño. Su desbordante creatividad complementó el talento de su pareja Charles, pero Ray nunca recibió el reconocimiento que merecía y siempre se mantuvo a la sombra de su esposo. Charles & Ray Eames son artífices de icónicas piezas como la Wire Mesh Chair, la primera silla 100% metálica producida en serie, la Long Chair and Ottoman o la serie Aluminium Group.

Estantería 'Maison du Mexique, de Charlotte Perriand

"Lo siento, aquí no bordamos cojines". Estas fueron las palabras de Le Corbusier a Charlotte Perriand la primera vez que la arquitecta y diseñadora llamó a su puerta sin saber que, colaborarían juntos durante 10 años. La diseñadora fue la encargada de vestir los espacios que creó el genial arquitecto. A contracorriente de una época que negaba a las mujeres su protagonismo en el diseño contemporáneo, esta mujer fue una visionaria del interiorismo que nos dejó un legado incalculable. La obra de Perriand se caracterizó por la suma de modernidad, tradición y funcionalidad, y un particular interés por el uso de formas orgánicas fruto de su amor por la naturaleza. Sus innumerables piezas icónicas cambiaron para siempre los interiores de nuestras casas. Suyas son piezas de mobiliario tan emblemáticas como la Chaise Longue LC4, creada en el año 1928 junto con sus compañeros de estudio Le Corbusier y Jeanneret; la silla 517 Ombra Tokyo de 1954 y la estantería Maison du Mexique de 1952 cuya función como separador de ambientes abrió nuevas perspectivas del espacio. La casa de mobiliario italiano Cassina es actualmente la firma que produce la mayoría de los muebles de la diseñadora.