Ver cómo este par de gemelos ayuda en las tareas de búsqueda, compra y transformación de casas a parejas que desean encontrar la vivienda de sus sueños resulta muy entretenido para millones de personas. Por eso, con sus programas televisivos, los hermanos Scott han alcanzado fama mundial. Capaces de intuir espacios diáfanos llenos de posibilidades donde los demás solo ven paredes desgastadas, han construido desde entonces todo un imperio a través del ladrillo y el interiorismo. Levantando moquetas y sustituyendo encimeras, su popular programa La casa de mis sueños se multiplicó en series derivadas, como Los gemelos reforman dos veces. Además de programas televisivos siempre con el reclamo de su perfecta sonrisa, los hermanos tienen una serie de libros superventas, una exitosa línea de mobiliario para el hogar e incluso una revista.
Pero estos exitosos gemelos no nacieron con un martillo en la mano, y nos preguntamos ¿cómo llegaron donde están hoy? El éxito de Drew y Jonathan Scott no es fruto de una noche. Con un poco de investigación, hemos aprendido que su camino hacia la grandeza inmobiliaria comenzó temprano y tomó una serie de rutas secundarias largas y serpenteantes que involucraron trabajos de ayudante de camarero, disfraces de payaso e incluso un poco de magia.
La pareja creció en un rancho y por eso no es de extrañar que hoy en sus programas canten las alabanzas de las casas de campo e instalen fregaderos de granja y puertas de granero con gran alegría. Son sus raíces de vaqueros que les delatan.
En su primer negocio los gemelos Scott vendían perchas de alambre
Cuando tenían solo siete años, estos canadienses de rostro apolíneo demostraron una gran precocidad en el ámbito empresarial fundado su primera compañía. El negocio consistía en vender perchas de alambre recubiertas de nylon de los que colgaba una rosa. Al principio eran los amigos quienes adquirían los productos, pero con el tiempo, acabaron vendiendo grandes cantidades a Japón. Con esta empresa la pareja acumuló 15.000 dólares, pero no gastó esta suma en dulces o cómics. Según Drew, ambos eran grandes ahorradores.
Aunque hoy son dos pesos pesados en el campo de la de renovación del hogar, no siempre trabajaron en la industria. Al principio, Drew actuó como payaso y cuando eran adolescentes, ambos hermanos fueron camareros en la cadena de hamburguesas Red Robin. En la actualidad, es posible que Drew recurra a su faceta como cómico cuando piense en los chistes para sus shows y quizá el trabajo en el restaurante inculcara el amor por servir a los demás, que después proyectó en las construcciones de casas.
Primer pie en el mundo inmobiliario de los gemelos Scott
Cuando comenzaron la universidad en Calgary, solo una década después de su gran éxito comercial, la pareja se lanzó al negocio inmobiliario y adquirió su primera vivienda. La compraron tras decidir que el alquiler de habitaciones no era para ellos. Más tarde, picados por el gusanillo inmobiliario, adquirieron otra casa. Aunque los hermanos no querían dedicarse al negocio inmobiliario, entraron en este campo para financiar la pasión de Drew por la actuación y la carrera como aspirante a mago de Jonathan. Sus carreras nunca llegaron a despegar, pero su pasión por el mundo artístico se refleja en la pasión que transmiten cuando están ante la cámara.
Su primera gran oportunidad en la televisión se produjo cuando a Drew le ofrecieron un trabajo como presentador para una serie en Toronto. Aunque fracasó, los productores le pidieron que grabara un piloto llamado "La casa de mis sueños" con la esperanza de poder encontrar un copresentador. Pero al enterarse de que Drew tenía un hermano gemelo, lo reclutaron para el papel.
A medida que se ha expandido la popularidad de los hermanos, también lo ha hecho su presencia en la televisión. Su imperio incluye programas diversos en los que el sentido del humor está presente en cada episodio. Además, los hermanos cuentan con una marca de piezas de mobiliario, Scott Living, lanzada en 2014 y que generó unos 100 millones durante el primer año de vida. También tienen una aplicación, Casaza, que permite visitar casas de ensueño donde todo está en venta y atrae a más de 513 millones de usuarios mensuales. En la actualidad se estima que poseen un salario anual que asciende a 7.5 millones de euros y se emiten 11 programas hasta en 150 países en los que esta pareja de gemelos protagonizan y hacen realidad el sueño de una reforma integral del hogar. Drew y Jonathan han conseguido vender aspiración e ilusión: todos tenemos una casa donde vivimos y una casa en la que nos gustaría vivir, y ellos se encargan de conseguirlo.