¿Una cafetería en blanco y negro que parece sacada de un cómic y, además, da la sensación de encontrarse en una viñeta en dos dimensiones? Así es BW Kafe. Probablemente, el local más ingenioso que hemos visto en mucho tiempo. Desde que abrió sus puertas, tanto en Moscú como en San Petersburgo, ha atraído el interés de una variopinta clientela que no ha dudado en compartir el espacio a través de Instagram. "La reforma duró algo más de un mes y gastamos unos 100 kg de pintura", afirma Solbon, su creador y propietario. Al parecer, tal como nos chivan nuestros contactos en Rusia, siempre hay cola para poder entrar.