La relación con tu casa es como una relación de pareja o de amistad, debe ser cuidada con el paso de los años. Por supuesto, tu casa no puede ponerte los cuernos ni tampoco decepcionarte –y esto es un punto a su favor–, pero sí puede hacerte infeliz. Si cuando llegas a casa no sientes esa sensación de refugio y de espacio seguro, es posible que lo vuestro necesite una pequeña sesión de terapia decó.
Hoy nos hemos propuesto convertirnos en tu coach personal para darte algunos trucos con los que recuperar la ilusión gracias a una buena dosis de interiorismo. Estos sencillos cambios pueden ser suficientes para que tu casa vuelva a hacerte feliz y dejes de mirar en Idealista, el Tinder inmobiliario, una posible nueva relación.
1. Redescubre tu espacio con una nueva disposición
Como en las relaciones humanas, la rutina puede convertirse en un problema. Ver nuestro hogar de la misma manera todos los días puede resultar agotador. Por eso, tomar la iniciativa de cambiar la disposición de los muebles de vez en cuando supone un primer paso en esta reconquista. Experimenta con diferentes configuraciones hasta que encuentres una que te haga sentir renovado y feliz. La idea es crear un flujo que facilite el movimiento y la energía positiva, tal y como dice el Feng Shui.
2. Añade color a tu vida
El color tiene un profundo impacto en nuestras emociones. Si tu hogar se siente monótono, considera incorporar colores que te inspiren y que levanten el ánimo de una zona apagada. No es necesario pintar toda una habitación; a veces, unos cojines coloridos, una alfombra vibrante o unas cortinas elegantes pueden marcar toda la diferencia. El color Pantone 2024 acaba de ser elegido y, solo si te gusta, puede ser una buena opción para empezar.
3. Y se hizo la luz
Llegar a casa y encender la luz principal del salón todos los días no es una buena idea. Utiliza distintos puntos de luz indirecta y dale a tu espacio una atmósfera más acogedora. Optar por varias fuentes de luz en lugar de una central es la clave. Las lámparas de pie, de mesa y las velas son tus armas. Y por último, pero no menos importante, asegúrate de maximizar la luz natural durante el día.
4. Dedícate un rincón solo para ti
Diseña un espacio en tu hogar que sea solo tuyo. ¿Te gusta pasar horas leyendo? Pues crea tu propio rincón de lectura al lado de la biblioteca personal. ¿Lo tuyo es el yoga y la meditación? Olvídate de esa habitación de invitados y transfórmala en un espacio perfecto para relajarte. Este lugar debe reflejar tus intereses personales y ser un refugio de la rutina diaria.
5. Menos es más: llegó el momento de ordenar
Esto no lo tenemos que decir nosotros: una casa desordenada genera sensación de estrés y ansiedad (siempre y cuando no te guste vivir en lo que algunos llaman "caos ordenado"), Este punto es quizá el más importante y más sencillo de llevar a cabo, dedica tiempo a deshacerte de lo que no necesitas y organiza lo que decides conservar. Un hogar ordenado y minimalista invita a la tranquilidad y al disfrute. Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes algunos métodos que te ayudarán a ordenar de manera rápida y eficaz.
6. El ataque de las plantas
Las plantas son los detalles que más agradece cualquier espacio. No hay forma de estropear un interior añadiendo un vergel. No solo purifican el aire, sino que también aportan vida y frescura. Si no tienes mano para las plantas, opta por suculentas o plantas de bajo mantenimiento. Estas 11 especies dan muy buena energía.
7. Dale algún capricho
Para que una relación funcione, y sin ponernos demasiado consumistas, es necesario invertir algo en caprichos. Las cosas como son. Busca una pieza de diseño que te guste y date ese pequeño placer. No tienes que rascarte especialmente el bolsillo, existen muchas tiendas online de diseño a buen precio que puedes tener en cuenta. En sus catálogos hay auténticas maravillas.
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