Inconvenientes de las pinturas sintéticas
La plastificación de los ambientes interiores es una práctica normalizada en nuestro país, por simple desconocimiento de los efectos adversos que tiene un espacio de esas características. Estos ambientes incrementan la contaminación electroestática, minimizan el control de la humedad relativa a través de los revestimientos de paredes y techos y favorecen la ionización positiva del aire que respiramos (algo perjudicial link - https://indiarquitectura.com/noticias/como-evitar-la-contaminacion-en-casa/) entre otros factores.
Una pintura plástica aplicada sobre un material con una buena difusión, higroscopia, absorción de olores etc. limitará enormemente estas buenas cualidades o incluso las bloquearía por completo y crearía un ambiente interior plastificado y poco apropiado para la salud de sus ocupantes.
¿Cómo afecta a nuestra salud?
Hay dos tipos de intoxicación por exposición a productos tóxicos que se encuentran en algunas pinturas plásticas: Las agudas, que suelen presentar síntomas como la irritación de los ojos y las mucosas, dolor de cabeza o vómitos y que suelen desaparecer rápidamente tras la exposición; y las crónicas, que se producen por la absorción de pequeñas dosis de sustancias químicas que algunas pinturas liberan al ambiente durante largos periodos de tiempo (COV’s) y que pueden derivar en el síndrome de sensibilidad química múltiple.
Las alternativas saludables
Existen dos familias dentro de las pinturas naturales: 1. Las pinturas vegetales, fabricadas a partir de materia prima vegetal como resinas de árboles, raíces, aceites, celulosa etc. y procesadas mediante sistemas de “química dulce” en empresas especializadas y 2. Las pinturas minerales, a partir de silicio, arcilla, cal, grafeno, etc. cuyas propiedades son excelentes desde un punto de vista biológico y saludable.
Este tipo de pinturas también tienen sus puntos flacos, son algo más caras, alguna no puede instalarse en cuartos húmeros y son más complejas de aplicar porque no admiten tanta agua en la mezcla o precisan periodos de secado más largos.
Pero, por otro lado, tienen mayor durabilidad, no permiten la proliferación de hongos (las minerales), regulan la humedad relativa del ambiente, son antiestáticas, absorben malos olores, son ecológicas y, sobre todo, no liberan ningún compuesto orgánico volátil al ambiente durante su vida útil.
Quien escoge este tipo de pinturas se asegura respirar un aire con menos tóxicos a la vez que contribuye a la protección del medio ambiente.