7 errores comunes en salones pequeños que hacen que pierdas espacio (¡y cómo evitarlos!)

En los salones pequeños, cada decisión importa. Desde la selección de muebles hasta la distribución del espacio, ciertos errores pueden hacer que un espacio acogedor se sienta aún más reducido. Identificar y evitar estas equivocaciones mejorará la funcionalidad de tu salón y lo transformará en un lugar mucho más cómodo y atractivo. Toma nota.

1. Muebles demasiado grandes para el espacio

Uno de los errores más comunes es elegir muebles de gran tamaño que abruman el salón. Un sofá enorme o una mesa de centro demasiado amplia pueden limitar el flujo del espacio y hacerlo sentir apretado. El truco está en optar por piezas compactas, pero también en prestar atención al diseño: muebles con patas expuestas y materiales ligeros aportan visualmente más amplitud al ambiente. Por ejemplo una mesa de cristal, estanterías al aire sin fondo... Pueden ser grandes si no restan amplitud ni visual ni espacial. Es más, tres muebles con el tamaño adecuado y el material perfecto pueden hacer el efecto de un salón más grande.

En un salón pequeño se aprovechan hasta las paredes.

2. Ignorar el almacenamiento vertical

Cuando el espacio en el suelo es limitado, desaprovechar las paredes debería ser considerado delito. Es más normal de lo que pensamos que no se tengan en cuenta soluciones en altura, dejando el desorden acumulado en mesas o estanterías bajas. Pero ahí es donde debes pensar en estanterías flotantes, sistemas modulares o incluso en integrar un mueble a medida que alcance el techo. ¡Hacia arriba siempre!

3. Falta de iluminación adecuada

Un salón pequeño con iluminación insuficiente puede parecer mucho más reducido de lo que realmente es. La iluminación central es importante, pero no debe ser la única fuente de luz. Prueba a añadir lámparas auxiliares y aprovechar la luz natural al máximo. Imagina un rincón con una lámpara de pie y cortinas ligeras que dejen pasar la claridad. Ese simple cambio puede transformar el espacio.

¿Qué tal una pared negra?

4. Elegir colores oscuros en exceso

Aunque los tonos oscuros pueden ser sofisticados, usarlos en un salón pequeño puede hacer que el espacio parezca un poco sombrío. Las paredes oscuras absorben la luz y reducen visualmente el espacio. Pero como esto no significa que haya que renunciar completamente a ellos, puedes probar a pintar una sola pared de un color intenso o incluir tonos oscuros en pequeños detalles como cojines o alfombras. Verás el efecto.

5. No planificar bien la distribución

La butaca de la abuela, el sofá de la otra casa, la mesa que nos regaló mamá, una planta gigante, dos pufs rosas y una alfombra persa… Colocar los muebles sin pensar en la circulación del espacio puede dar como resultado un salón incómodo donde todo parece estar manga por hombro y sin un sentido de la estética ni por supuesto del orden. En esos casos, moverte en tu propio salón llegaría a ser considerado deporte de riesgo, así que antes de comprar o colocar muebles a lo loco, dedica unos minutos a visualizar el espacio. Incluso podrías hacer un croquis sencillo para planificar las zonas de paso y las funciones de cada área. Funciona, en serio.

Un espejo siempre es bien.

6. Olvidar los espejos

Los espejos son un recurso clásico para ampliar visualmente un espacio, pero muchas veces se olvidan en la decoración de salones pequeños. Su capacidad para reflejar la luz y dar profundidad es insustituible. Prueba a colocar uno grande frente a una ventana. Este simple gesto puede multiplicar la sensación de luz natural y dará la ilusión de que el espacio se duplica. ¡Porque de ilusiones también se vive!

7. No considerar muebles multifuncionales

En un espacio reducido, cada mueble debe cumplir varias funciones. Ignorar esto puede llevar a una falta de practicidad y un aprovechamiento inadecuado del espacio. Un sofá cama o una mesa de centro con espacio de almacenamiento interno son ejemplos de cómo los muebles bien elegidos pueden solucionar problemas sin sacrificar estilo.