El año 2020 ha sido nefasto para la mayoría. El Covid-19 nos ha azotado en mayor o menor medida. Y algunos aún sufren las consecuencias de este tsunami. 

Pero la pandemia no ha sido la principal preocupación de John Travolta. El actor asistía destrozado a la muerte de su esposa, Kelly Preston, quien fallecía a principios de julio a causa de un cáncer de pecho. Unos meses más tarde, coincidiendo con el día en que su esposa habría cumplido 58 años, el protagonista de Grease le dedicaba unas bonitas palabras en su cuenta de Instagram. 

Un año después de la desaparición de Preston, el actor de Pulp Fiction ha anunciado la venta de su casa en Florida, en la zona de Clearwater. No es una localización casual. Se trata del lugar donde la Cienciología, conocida como la religión de los famosos, y de la que el intérprete era un fiel seguidor, tiene su sede mundial. 

Pero el fallecimiento de su mujer, el año pasado, parece haberlo cambiado todo. Travolta ha dejado de ser un devoto de la religión que también profesan otras mega-estrellas de la gran pantalla como Tom Cruise. Y algunas fuentes aseguran que es porque la Iglesia no vio con buenos ojos que Preston se sometiera a sesiones de quimioterapia. ¿Es este el motivo por el cual Travolta ha decidido vender su casa en Clearwater, al lado de la sede mundial de la Cienciología, por una cantidad (4 millones de dólares) considerablemente por debajo del precio inicial (4'65 millones)?